El neoclasicismo (que significa Nuevo Clasicismo) nació a mediados de la década de 1700, originalmente en Roma, pero su popularidad explotó en Francia. El arte neoclásico fue ampliamente adoptado y popularizado por los artistas franceses, ya que Francia era el centro del arte y la cultura en ese momento. El movimiento artístico neoclásico no se limitaba a la pintura y la escultura; también se manifestó en la literatura, la arquitectura y la música, ensalzado por artistas de toda Europa y América. Nacido en la víspera de la Era de la Revolución, el neoclacisismo reflejaba los cambios intelectuales, sociales y políticos de ese período. Un libro (El Arte de Gardner a través de la Edad, 1926) lo describe con precisión como “la voz semioficial de la Revolución Francesa”.
Representantes del arte neoclásico
Algunos pintores neoclásicos son: Anton Raphael Mengs (1728-79), Jacques-Louis David (1748-1825), Angelica Kauffmann (1741-1807) y Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-1867); mientas que los escultores más relevantes son: Jean-Antoine Houdon (1741-1828), John Flaxman (1755-1826), Antonio Canova (1757-1822) y Bertel Thorvaldsen (1770-1844).
Entre los mayores exponentes de la arquitectura neoclásica encontramos: Jules-Hardouin Mansart (1646-1708), Jacques Germain Soufflot (1713-80), Claude Nicolas Ledoux (1736-1806), John Nash (1752-1835), Jean Chalgrin (1739-1811), Carl Gotthard Langhans (1732-1908), Karl Friedrich Schinkel (1781-1841), y Benjamin Henry Latrobe (1764-1820).