La Plaza de los Dos Congresos es una de las plazas más importantes de la ciudad de Buenos Aires ya que fue diseñada enfrente del Congreso de la Nación.
Ubicada entre las calles Entre Ríos, Hipólito Yrigoyen, Rivadavia y Luis Sáenz Peña, en la Plaza de los Dos Congresos se encuentra una de las obras escultóricas de mayor valor del país: El pensador de Auguste Rodin (1914). Y en su gran amplitud, está marcada por la monumental obra escultórica de los Dos Congresos que anteceden el impactante edificio del Congreso de la Nación. Es el punto de unión histórico con la Plaza de Mayo, que une a los dos pilares políticos e institucionales del Poder Ejecutivo en la Casa de Gobierno y el Poder Legislativo en el Congreso Nacional, y marca en su recorrido la memoria de hitos fundamentales de la República Argentina.
Estatua El Pensador
Tallada en bronce que después fue patinado pertenece al estilo impresionista
Esta escultura de bronce de unos 180 cm. de altura fue llamada en un primer lugar “El poeta” y formaba parte de una comisión del Museo de las Artes Decorativas de París para crear un enorme portal basado en la Divina comedia de Dante. Cada una de las estatuas representaba a los personajes principales del poema alegórico. El Pensador, en un principio, quería representar a Dante frente a las Puertas del Infierno, ponderando su gran poema. La “Divina Comedia” es el libro más famoso de Dante y es considerada la obra maestra de la literatura italiana y universal, fundamental para entender la transición del pensamiento medieval al renacentista.
Auguste Rodin realizó la figura en desnudo, ya que su pensamiento era crear una figura heroica al estilo de Miguel Ángel para presentar tanto el pensar como la poesía. Rodin hizo un primer modelo de la escultura en yeso en el año 1880. Más tarde crea una escultura a gran escala en 1902, pero no se presentó al público hasta el año 1904.
Rodin creó a un hombre desnudo sentado sobre una roca en actitud pensativa, con la tensión muscular omnipresente en toda la obra. Aparece representado con los brazos, manos y pies exagerados y con todos sus músculos en tensión. La factura poco pulida de la estatua provoca, en su superficie, fuertes contrastes entre luces y sombras que ayudan a transmitir al observador el sufrimiento del pensador.
OTROS DATOS DE INTERÉS
Existen más de veinte versiones de esta obra distribuidas en diferentes museos alrededor del mundo originales del autor.