En cuanto a las calzadas romanas, la información es muy abundante y lo cierto es que se necesitaría un libro entero para ellas solas. Las calzadas romanas se extendían por todo el imperio, cruzaban montañas y atravesaban túneles y pantanos. Las construía el ejército romano aunque a veces los soldados forzaban a la población local o a los esclavos a que realizaran lo más pesado, que era la excavación.
Gracias a estas calzadas, el ejército podía desplazarse rápidamente a cualquier punto en el que hubiera disturbios, y éste era su propósito principal, aunque las podía usar todo el mundo, no sólo los soldados. En realidad a lo largo de las calzadas principales había un tráfico continuo de viajeros, pues era la mejor manera de llegar de una ciudad a otra. A veces, cuando un soldado auxiliar era licenciado a cientos de kilómetros de distancia de su casa, viajaba allí a pie y esto lo sabemos porque se han encontrado algunos certificados de licenciamiento hechos en bronces, expedidos a los auxiliares por el ejército en el lugar en el que estaban estacionados, pero hallados en la tierra natal del soldado en cuestión. En su mayoría fueron construidas hacia el año 500 de nuestra Era. El sistema de calzada romana se extendió por más de 400.000 km de carreteras, incluyendo más de 80.500 kilómetros de carreteras pavimentadas.
Además nadie ha podido superar el acierto de la arquitectura romana a la hora de trazar una carretera: así en muchos países como España, se han construido carreteras modernas sobre las antiguas calzadas romanas.
Las calzadas eran una parte vital del trabajo de la legión, ya que contribuían a extender tanto la civilización como el poder de Roma.
La elección del material para construir las calzadas dependía en los elementos disponibles localmente.
Pequeñas colinas fueron cortadas, y la tierra mojada cubierta por calzadas o terraplenes de madera.
Los caminos fueron construidos para mantenerlos por mucho tiempo en buen estado. Se cavaban fosas de tres metros de profundidad y veinte y tres pies de ancho y se llenaron con balasto (o piedra cortada en trozos medianos) en primer lugar. Cubrían con una segunda capa de grava grande y arena y piedras grandes para la fundación.
Construían marcadores de millas a lo largo de las vías o calzadas para saber cuanto se había recorrido.
Los laterales estaban llenas de bloques y piedras talladas a mano. Las piedras eran a menudo de forma pentagonal (cinco lados) y bien ubicadas una pegada a la otra para construir la capa superior de la carretera. Los caminos se construían en pendiente desde el centro para que el agua de lluvia se escurra en las zanjas a los lados de las carreteras.
Las calzadas romanas que han quedado casi intactas en la actualidad son:
Calzada de Wheeldale Moor, al norte de York, Inglaterra
Las calzadas de Pompeya
Las vías más importantes que comunicaban a Roma con el resto del imperio fueron: Vía Aemilia, Via Cassia, Via Flaminia, Via Valeria Via Latina, Via Apia.
No creo que hayan sido esas las medidas con las que construían sus carreteras. Si vemos la imagen, dice 3′, que vendría a ser 3 pulgadas, pero ahí seria demasiado poco. Si puede ser que la medida sea en pies, es decir, que cavaban 3 pies ( aprox. 90cm). 3 metros de profundidad me parece que es algo exagerado… Saludos