El acanto es una planta oriental con follaje que entra en la composición de muchos motivos decorativos de estilos con sus variantes características.
Esta planta se puede reconocer por sus hojas largas y anchas, fuertemente dentadas y dentadas, con una hermosa curva, numerosos recortes y elegantes vueltas. El follaje de acanto se utiliza en la ornamentación de la arquitectura clásica.
La hoja de acanto en la arquitectura antigua
La naturaleza produce doce variedades de acanto. La arquitectura antigua se inspiró en el acanto espinoso, el acanto suave y el acanto rizado.
Se utilizó por primera vez en la decoración de los capiteles de la antigua orden corintia. Sirve para distinguir el orden corintio de otros órdenes.
El hermoso follaje de esta planta se encuentra en cornisas, capiteles y frisos de monumentos. Según una leyenda, el escultor ateniense Calímaco, en el siglo IV a.C., se inspiró en hojas de acanto que se curvaban contra una teja para hacer el capitel corintio.
Esta decoración se puede observar entre otros en Pompeya, Roma, Tivoli, Saint-Remy, Nîmes.
En la Edad Media, el motivo de acanto desapareció o se degradó. No fue hasta el Renacimiento para ver florecer de nuevo la hoja de acanto, y el siglo XVIII para que floreciera de manera indirecta en los muebles.