El término “jardines flotantes” por lo general trae a la mente las famosas Chinampas o los históricos huertos de vegetales plantados por las comunidades aztecas en los lagos poco profundos de México que datan de hace dos mil años. Pero en 2004, se dio un valor agregado al término cuando la firma de arquitectura paisajista china de renombre mundial Turenscape lo usó como un título para su Parque del Río Yongning.
El diseño de este parque fue una respuesta a una solicitud hecha por la ciudad de Taizhou, costa este de China para mejorar el sitio del parque a lo largo de la orilla del río que estaba lleno de concreto como parte de la política local de control de inundaciones. La tarea resultó ser un desafío, ya que el arquitecto paisajista buscó un enfoque alternativo y más ecológico para el control de inundaciones y la gestión de aguas pluviales que al mismo tiempo tuviera fácil acceso tanto para turistas como para residentes locales.
En primer lugar, hubo que hacer un esfuerzo para convencer a las autoridades locales sobre los efectos negativos ecológicos, sociales y económicos de canalizar el río con hormigón. Estos incluían principalmente la destrucción de las condiciones de borde de las zonas intermareales, la insensibilidad al valor simbólico, cultural e histórico del espacio, además de ser una medida costosa. Querían encontrar una solución alternativa que sirviera de modelo para todos los ríos en China que sufrieran la misma desgracia de ser canalizados con concreto. La otra tarea crucial era hacer que el parque fuera multifuncional y convertirlo en una fusión de santuario de vida silvestre y un espacio de interacción social inclusiva.
El diseño: una superposición de “matrices” naturales y humanas Para implementar la visión de los “jardines flotantes”, Turenscape creó un diseño compuesto por dos capas: la matriz natural y la matriz humana. Inicialmente, sin embargo, para encontrar una solución adecuada de control de inundaciones, el equipo recurrió al análisis del proceso de aguas pluviales que demuestra los patrones de seguridad de las inundaciones a cada nivel de 5, 20 y 50 años.
La matriz natural y el sistema alternativo de control de inundaciones se compone de un humedal ribereño restaurado a lo largo de la llanura de inundación y un humedal externo (lago) fuera de la orilla del río que corre paralela al río. Durante la temporada del monzón, tanto el humedal ribereño como el humedal exterior se inundan. Durante la estación seca, el humedal externo todavía está sumergido tanto del agua retenida como del agua dulce de la entrada ubicada en el tramo superior del río. El diseño de la capa superior, o los jardines flotantes ‘humanos’, aseguran el acceso del parque durante todo el año, ya que ‘flota’ por encima de la matriz natural. Una serie de arboledas plantadas de árboles nativos, en armonía con las plantas de humedal nativas y los bambúes a lo largo de la orilla del río, promueven la continuidad del diseño con el ecosistema circundante.
Una red de caminos se extiende desde el tejido urbano hacia abajo, guiando a través de una serie de “cajas de historias” que introducen la cultura y la historia de la tierra y las personas nativas. Colocados en puntos estratégicos del paisaje, estos cuadros separados forman parte de una caja de arroz, pescado, artesanía, taoísmo, piedra, montaña y agua, cítricos y una caja de artes marciales. Estas cajas a escala humana crean un contraste único con el interminable paisaje ribereño circundante.
El fenómeno del uso excesivo del hormigón, especialmente cuando daña el paisaje natural o cultural, no solo está presente en China, sino que lamentablemente se ha vuelto global. La importancia de proyectos denominados “Jardines colgantes” radica no solo en sus altas cualidades estéticas y funcionales, sino también en su capacidad de mostrar que las intervenciones obstinadas muertas, como la canalización de hormigón o el relleno marino, van en detrimento de la creatividad en el diseño en lugar de su desarrollo.