¿Cómo pasa un edificio de la imaginación de un diseñador a una realidad tridimensional? ¿Cómo se combinan una estructura complicada con tantas partes, materiales y trabajadores? La respuesta está en la historia de los planos arquitectónicos.
En la industria de la construcción actual, antes de que se construya algo, se lo sueña, dibuja y planifica en forma de planos. Estos documentos son realmente la base de cualquier proyecto de construcción, pero han existido desde hace un tiempo. Entonces, ¿de dónde se originaron los planos y hacia dónde están evolucionando hoy en día?
Desde los primeros dibujos medievales hasta la documentación digital que abarca la industria de la construcción actual, es necesario explorar cómo ha evolucionado la historia de los planos a lo largo de los siglos y hacia dónde se dirige el futuro de estos documentos de diseño críticos.
Historia de los planos arquitectónicos
Dibujos renacentistas
Los documentos que surgieron de la época del Renacimiento parecen más planos modernos que los del período medieval. De hecho, el arquitecto e ingeniero Filippo Brunelleschi usó la cámara oscura para copiar los detalles arquitectónicos de las ruinas clásicas que inspiraron su trabajo. Hoy en día, Brunelleschi es considerado el padre de la historia moderna de los planos. Los arquitectos del período del Renacimiento trajeron el dibujo arquitectónico tal como lo conocemos a la existencia, reproduciendo de forma precisa y precisa los detalles de una estructura a través de las herramientas de escala y perspectiva. En ese momento, este era un trabajo altamente intensivo y especializado, a menudo realizado por dibujantes dedicados.
Los primeros dibujos modernos de los dibujantes
Hasta mediados del siglo XIX, los arquitectos dependían de dibujantes expertos para copiar fielmente sus dibujos y distribuirlos. Sin embargo, en la era de las herramientas arquitectónicas especializadas y los delineantes pudieron producir dibujos de forma más precisa y productiva. Se utilizaron instrumentos especializados para copiar líneas, curvas y arcos, desde la curva francesa al cuadrado fijo y la brújula de proa, fueron las herramientas del oficio del dibujante.
¿Alguna vez se preguntó de dónde venía el “azul” en los planos?
Estos documentos en realidad obtuvieron su marca azul en 1842 cuando John Herschel descubrió el proceso de cianotipo. Los artistas y científicos adoptaron esta nueva forma de mostrar notas, de manera eficiente y a un costo menor que los métodos anteriores disponibles. Preservar la silueta de las hojas, helechos y otras muestras botánicas fue más fácil que nunca.
Usando el proceso de cianotipia, se hizo un dibujo arquitectónico en un papel semitransparente, luego se inclinó sobre una hoja de papel o tela que estaba recubierta con una mezcla química fotosensible de ferricianuro de potasio y citrato de amonio férrico. En las etapas finales, el documento fue expuesto a la luz. Las partes expuestas del dibujo se volvieron azules, mientras que las líneas de dibujo se cerraron con la exposición del papel y permanecieron blancas.