Gradación arquitectónica es una disciplina estricta, ya que no solo exige un cambio gradual, ya que ese cambio gradual es realizado de manera ordenada generando una ilusión óptica y crea una sensación de progresión, normalmente conduce a una culminación o una serie de culminaciones.
La gradación, es algo que se experimenta visualmente al observar las cosas que están cerca y parecen mucho más grandes, y aquellas cosas que están más lejos parecen ser mucho más pequeñas. Al observar desde la parte inferior de un edificio alto, con ventanales iguales en su fachada, una ley de gradación arquitectónica, sugiere el cambio de las ventanas.
Al hablar de gradación arquitectónica se distinguen:
Gradación de módulos: aquí encontramos una gradación de figura, de direccion, de tamaño, color, textura, de gravedad y de posición de espacio.
Gradación de plano: no influye en la figura ni el tamaño de los módulos.
Gradación espacial: afecta a la figura o al tamaño de los módulos.
Gradación en la figura: se trata de la secuencia de gradaciones como resultado de un cambio real de la figura.
Camino de la graduación: una forma gradualmente puede ser cambiada hasta lograr convertirse en otra.
Velocidad de gradación: son los pasos requeridos para que una figura finalmente cambie de una a otra.
Modelos de gradación: interviene: serie de gradación, dirección de movimiento (movimiento paralelo, concéntrico y en zigzag.
Estructura de gradación: es muy parecida a una estructura de repetición.
Deslizamiento: se puede notar como la hilera completa de subdivisiones puede deslizarse periódicamente.
En conclusión, la gradación arquitectónica, permite visualizar una figura de una manera casi irreal y fantasiosa.