El espacio es uno de los elementos más importantes del diseño interior y su concepción hace que el diseñador pueda utilizar el espacio de manera correcta para crear un diseño interior de calidad. El espacio en el diseño bidimensional es esencialmente plano. El espacio tiene anchura y altura pero no profundidad y es creado para un propósito en particular. Hay señales que crean la ilusión de espacio en la mente del observador. Utilizando esas señales los artistas y diseñadores crean imágenes que son interpretadas como tridimensionales.
El espacio puede tener dos dimensiones (longitud y ancho) como un piso o puede tener tres dimensiones (longitud, ancho y alto) como una habitación o una sala.
Cuando el espacio cambia gradualmente es más placentero que cuando cambia abruptamente. Cuando un espacio cambia repentinamente el ojo cambia de posición de una visión a otra sin hacer una transición delicada.
El espacio puede ser delineado como negativo o positivo. El espacio positivo es aquel que está lleno, los elementos y objetos en él y el espacio negativo es el espacio entre los elementos de diseño ú objetos como el fondo. Todo espacio, no importa el tamaño o forma puede ser dividido en diferentes partes.
Los diseñadores pueden crear la ilusión del espacio físico y relaciones espaciales a través de: línea perspectiva, ubicación vertical y tamaño, superposición y detalle.
Las formas que contrastan un espacio negativo o positivo crean la ilusión de perspectiva. La perspectiva lineal está basada en el fenómeno visual.