Según algunos historiadores, la fundadora del Convento de Santa Clara sería doña Violante, esposa de Alfonso X el Sabio, en 1260; al menos está comprobado que la citada reina le concedió abundantes rentas. En el edificio se instalaron las religiosas franciscanas.
El actual edificio, construido por Pedro de Asén en el siglo XVIII resulta algo monótono, característica que se desprende de sus grandes proporciones. La fachada, de Simón Rodríguez, es una de las más originales muestras del barroco compostelano. Utiliza el artista el sistema de placas rompiendo la fachada con alternancias de cuerpos geométricos (cilindros y cubos) que rematan en un enorme y atrevido cilindro que odrece la impresión de equilibrio inestable. Esta exaltación del geometrismo nos conduciría a algunas teorías cubistas. En la obra se valora más su atrevimiento que su belleza como si se quisiera llamar la atención de los transeúntes.
En el interior del Convento de Santa Clara, destacan la primitiva estructura gótica y un púlpito en granito calado del siglo XV; el convento no está exento de populares leyendas en este caso la de Margarita “la tornera” y la de doña Estefanía “la desdichada”.