Se llama contaminación lumínica a la intrusión de luz artificial innecesaria dentro de un ambiente natural o construido por el hombre.
Una variedad de fenómenos un tanto separados comprenden la cuestión general de la contaminación debido al exceso de luz artificial: el exceso de iluminación, el deslumbramiento, la contaminación lumínica y la iluminación artificial del cielo (skyglow).
Los impactos adversos de la contaminación lumínica incluyen la interferencia con los ecosistemas, los efectos en la salud humana, la interferencia con la observación astronómica y el despilfarro de energía. Las fuentes de contaminación lumínica interior consisten principalmente en la iluminación innecesariamente intensa. Las principales fuentes de contaminación lumínica al aire libre son el alumbrado público, un estadio de mal diseñado y la iluminación recreacional y el uso innecesario de la iluminación interior de la oficina que se entromete en el cielo nocturno. Los gobiernos locales han comenzado a regular ciertos aspectos de la polución lumínica en particular, hay cientos de municipios que han establecido estándares que controlan la cantidad de luz que atraviesan los límites de una propiedad.
En cuanto a los accesorios de iluminación exterior, y problemas de iluminación del cielo, algunas agencias gubernamentales y fabricantes de luces han acordado en Estados Unidos por ejemplo, estándares que limitan la cantidad de luz que se desperdicia y se emana hacia el cielo y no ilumina el objetivo terrestre.
Efectos para la salud humana de la contaminación lumínica
Las causas fundamentales de los efectos del exceso de luz sobre la salud no se refieren solamente a la intensidad de la luz artificial más allá de la exposición natural, sino también a los espectros de iluminación que salen de la luz natural y, además la exposición a la luz durante la noche perjudicial para el ritmo circadiano. Las mayoría de las consecuencias para la salud refieren al dolor de cabeza, la elevación de la presión arterial. A su vez la exposición a demasidada cantidad de luz genera trastornos metabólicos básicos pueden conducir al estrés, la disfunción sexual y la interferencia con sistema inmunológico, que algunas investigaciones han asociado con una mayor incidencia de ciertos tipos de cáncer.
Sobreiluminación
El exceso de iluminación es la distribución de luz más allá de las cantidades necesarias para la seguridad o la funcionalidad. Dentro de los EE.UU. el equivalente a dos millones de barriles de petróleo por día se desperdician debido a un exceso de iluminación. Las auditorías energéticas de los edificios demuestran que el componente de iluminación de usos residenciales, comerciales e industriales consume aproximadamente 20 a 40 por ciento de esos usos en tierra. La iluminación de uso residencial consume sólo el 10 a 30 por ciento de la energía, mientras que la iluminación es el costo principal de energía para las estructuras comerciales. Se considera exceso de iluminación en el lugar de trabajo una de las causas principales de estrés, dolor de cabeza, presión arterial elevada, ansiedad y la tasa de error del trabajador.
El traspaso de luz
El traspaso de luz se define como la luz no deseada que cruza un límite de la propiedad; o en el caso de la observación astronómica o el bien público, la contaminación lumínica puede incluir la emisión de suficiente iluminación ascendente atmosférica para interferir con la observación del cielo o para causar skyglow no deseado que interfiere con un paisaje de noche. En el caso de la luz que cruza los límites de una propiedad los problemas pueden incluir invasión de la privacidad, la interferencia del sueño o simplemente la presencia sin invitación de un exceso de iluminación. La cuestión de la intrusión de luz a través de los límites de propiedad está sujeto a las ordenanzas del gobierno local que pueden limitar este fenómeno. Numerosos municipios de todo el mundo han desarrollado normas contra el exceso de iluminación exterior para proteger los derechos de sus ciudadanos.
Desperdicio de energía
Cantidades masivas de energía se desperdician de un exceso de iluminación. En ambientes interiores este exceso de uso se deriva de: (a) La iluminación de trabajo y espacios de vida con mayor intensidad de luz que las requeridas para la funcionalidad o la estética; (B) la falta de desplegar sensores de presencia u otros métodos de exclusión de zonas no ocupadas de la iluminación; (C) el uso de altos niveles estéticamente indeseables de luz, tales como el exceso de iluminación de pasillos y zonas ya iluminadas por la luz natural; y (d) el hecho de utilizar el horario de verano en ciertas regiones del mundo.
El uso excesivo de energía en el mundo comercial a menudo surge cuando el que paga por el uso de energía no es la misma persona que toma las decisiones acerca de la iluminación. Los administradores de edificios y propietarios deben estructurar tareas tales como el ajuste de temporizadores, e incluso la elección de los accesorios de iluminación. Otra causa del desperdicio de energía es la forma de muchos contratos comerciales en el que el inquilino no paga ninguno de los costos de electricidad.
El diseño arquitectónico puede abordar muchos aspectos en relación al desperdicio de energía, maximizando el uso de la luz natural, y diseñando los niveles de luz que van en los frentes. Por ejemplo, los edificios de oficinas modernos tienen a menudo grandes cantidades de acristalamiento perimetral, pero por lo general no permiten el uso efectivo de esta luz, agregando un polarizado de ventanas, persianas ajustables o zonificación de los bancos de luz interiores que permitan tener luces reguladas por separado de los espacios interiores, que carecen de abundante luz natural. Las técnicas avanzadas pueden emplearse como el diseño de ventanas con ángulos óptimos de exposición al sol, y la ubicación y la orientación general de una nueva estructura para aprovechar el uso de la luz natural para los ocupantes del interior.
En lugares al aire libre, la energía se desperdicia por falta de accesorios de iluminación que se enfocan en las necesidades específicas de iluminación. Con demasiada frecuencia, el alumbrado público, así como un estadio, pista de tenis y otras instalaciones deportivas al aire libre permiten una considerable luz parásita que emanan en ángulos que no aportan a la iluminación de la superficie. Esto no sólo desperdicia energía sino que es un principal contribuyente a la interferencia de la observación astronómica.
Prácticamente todas las regiones del mundo experimentan el derroche de energía de la contaminación lumínica o sobre-iluminación.
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