Las cerraduras con manijas de palanca se utilizan con frecuencia para puertas interiores en entornos comerciales. Son más fáciles de abrir que las cerraduras de las perillas, ya que tienen una gran manija de empuje hacia abajo en lugar de una perilla que uno debe agarrar y girar. Con frecuencia, en lugares donde la accesibilidad para discapacitados es importante, se utilizan además bloqueos de palanca. Muchas cerraduras de palanca tienen acceso ADA y se las pueden usar tanto diestros y zurdos. Al comprarlo, es importante medir si cumplirá con el uso esperado.
Las palancas con frecuencia pueden ser el objetivo de fallas (presión excesiva aplicada al mango para intentar forzar el bloqueo). Algunas palancas son palancas de “embrague”, lo que significa que si son forzadas, simplemente giran en lugar de aplicar presión a la cerradura.