Construida entre los siglos XVI y XVIII, la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos, la Catedral de Segocia se inspiró en el gótico tardío. Es una de las catedrales góticas más tardías de España y Europa. Se erige en pleno siglo XVI, concretamente entre los años 1525 y 1768.
En esta época la arquitectura imperante en Europa era ya la renacentista. Es por ello que en la Catedral de Segovia podemos discernir un estilo predominantemente gótico, al ser del gótico tardío, pero ya enmarcado con algunos rasgos renacentistas.
Su belleza y elegancia, así como su fuerza visual y dimensiones, hacen posible su denominación como La Dama de las Catedrales, acuñada por el Presidente de la Primera República Española Emilio Castelar. Situada en la Plaza Mayor de Segovia, a medio camino podemos encontrar dos monumentos de gran valor histórico y arquitectónico para la ciudad: el Acueducto romano y el Alcázar.
Cada una de las diferentes piedras que componen la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos nos revelan siglos y siglos de grandiosa historia. La misma historia que impera en toda la ciudad elegida en 1985 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
En la historia, desde la primera Catedral de Segovia hasta la actual, podemos distinguir 3 etapas principales:
Catedral primitiva: hasta el año 516
Todas ellas parten de la primera catedral, la más antigua, comúnmente conocida como primitiva. Estaba situada en la Alameda del Parral, a la orilla del río Eresma y fue destruida durante la persecución arriana del año 516. Cabe destacar que el Valle del Eresma por aquel entonces estaba poblado de antiquísimas iglesias.
Antigua catedral: siglo XII – 1525
La segunda etapa empieza en el siglo XII, alrededor del año 1117, trasladándose la ubicación de la nueva catedral frente al actual Alcázar. Según documentos de esa época, la catedral románica constaba de tres naves, crucero y cabecera con tres ábsides, dedicados a Santa María, Santiago, san Frutos y los santos Juanes. También contaba una cripta dedicada a san Salvador, un claustro y un campanario de altura similar a la torre del Alcázar.
Una de las primeras noticias sobre esta nueva catedral data del año 1117 cuando el caballero de origen francés, pero afincado en Segovia, Domingo Petit, entrega su testamento otorgando parte de su fortuna para sufragar los gastos de construcción de la nueva Catedral de Segovia, lo que deja constancia de que se estaría a punto de empezar la construcción del templo.
Dos años antes, en 1115, tomó posesión del obispado segoviano Pedro de Agen, restaurando la Diócesis tras el fin de la dominación musulmana. Se produce con la orden del rey Alfonso VI de repoblar Segovia en 1085 y la necesidad constituir sus instituciones, entre ellas, una catedral para la sede del obispo con su respectivo cabildo.
Una vez nombrado obispo a Pedro de Agen se dona por parte del Concejo al cabildo los terrenos entre la iglesia de San Andrés y el Alcázar. En este espacio entre el barrio y la fortaleza se construye, además de la nueva catedral de Segovia, un hospital y el palacio episcopal. Prácticamente, formaban un espacio en el que el poder político representado por los nobles y el religioso, con el obispo a la cabeza, convivían.
Alfonso VII recibió la corona en el año 1126, convirtiéndose en rey de León y de Castilla. Su reinado fue decisivo para la construcción de la catedral. Una vez terminada se consagra el 16 de julio de 1228 por el legado apostólico -representante personal del papa- Juan de Abbeville, aunque en el año 1257 se vuelve a consagrar tras varias reformas realizadas.
Segovia desde el siglo XIII vive una época de esplendor gracias a su posición estratégica en la ruta de la trashumancia que la convirtió en un centro de comercio de la lana y de las manufacturas textiles. El rey Enrique IV (1425-1474) era consciente de la importancia de la ciudad y, también, de la necesidad de que el poder político y religioso estuviera separado, lo que le hizo pedir el traslado de la catedral a la Plaza de San Miguel, en la actual Plaza Mayor. Solicitud rechazada por el Cabildo.
Trascurridos más de dos siglos, en el año 1436, el estado del claustro era descrito por el obispo D. Juan de Tordesillas como “hundido e mobido por muchas partes”. Un estado lamentable, causado por la falta de tejados y el paso del tiempo, lo que llevó a que Tordesillas movilizara a los estamentos, solicitando impuestos y prebendas para su reconstrucción.
Pero fue el conocido obispo de Juan Arias Dávila (1460-1497), quien reanudó el proyecto de reconstrucción del claustro y el que llevó a Segovia a su florecimiento cultural y económico. Al unísono, el interés de los reyes de Castilla también crecía por esta ciudad y por las “fábricas” que estaban en marcha.
De esta época también data la reforma del coro, con un nueva sillería de estilo tardogótico -obra de los tallistas Pedro de Palencia y el maestro Juan-, y actuaciones en capillas, órganos o rejería. Destacó como maestro de obras el arquitecto Juan Guas entre 1472 y 1491.
Isabel la Católica es proclamada reina de Castilla en la Iglesia de San Miguel en Segovia, señal de la importancia que esta ciudad tendría para la corona. En el año 1520, bajo el reinado de Carlos I, sucesor de la reina Juana de Castilla, empieza la Guerra de las Comunidades (1520-1522) que enfrentó a los comuneros de toda Castilla contra el rey Carlos I.
Durante la contienda el templo fue utilizado como lugar de defensa y sufrió numerosos daños. Con la derrota de los comuneros se debatió qué hacer con la catedral. Todos deseaban su asentamiento en otro lugar separado del poder político que representaba el Alcázar, aunque el Cabildo sí había expresado la posibilidad de recuperar el templo.
Finalmente, la decisión se oficializó el 18 de agosto del 1523 cuando Francisco de los Cobos, secretario de Carlos I, escribía al obispo de Segovia, Diego de Ribera, y al Ayuntamiento: “avemos acordado que la iglesia Cathedral desa obispalia se mude del lugar donde agora está a otra parte de la dicha çiudad”.
El claustro gótico fue uno de los pocos elementos que se conservó junto con el coro, algunas rejas o la portada de acceso al claustro.
Actual Catedral: 1525-actualidad
Una vez terminada la Guerra de las Comunidades y aplastados los comuneros, Carlos I de España y V de Alemania ordenó construir una nueva catedral apartada de la residencia regia. Ya tomada la decisión se elige el emplazamiento y se busca un maestro de obras. En cuanto al emplazamiento, la actual Catedral se construyó en uno de los puntos más altos de la ciudad, en la denominada “Plaza Grande” y sobre el antiguo convento de Santa Clara.
El convento de Santa Clara, que se localizaba exactamente sobre la cabecera, estaba formado por un claustro de dos plantas con sus dependencias, casas, corrales, huertas e iglesia. En los primeros años de construcción de la Catedral de Segovia, que comenzó en la fachada occidental, esta iglesia sirvió como lugar principal de culto en la ciudad para más tarde ser derruida.
El primer arquitecto que tuvo la Catedral fue Juan Gil de Hontañón. El que también fuera maestro de obras de la Catedral de Salamanca firmó el contrato con el Cabildo Catedral de Segovia el 7 de mayo de 1524. Junto a él trabajaría codo con codo su aparejador García de Cubillas, ambos bajo la atenta mirada del entonces canónigo fabriquero D. Juan Rodríguez.
La primera piedra se colocó en la fachada occidental el 8 de junio de 1525 y la consagración fue el 16 de julio de 1768 por el obispo D. José Martínez Escalzo, 243 años después de la colocación de la primera piedra. Para abaratar costes se trasladaron algunos elementos de la antigua catedral al nuevo emplazamiento: el magnífico claustro del siglo XV diseñado por Juan Guas; el coro, también del siglo XV, realizado en madera de nogal con los sitiales del rey Enrique IV y su mujer Juana de Portugal; pero también esculturas, pinturas, rejería, la capilla de Los Cabrera o la portada de acceso al claustro.
En la construcción de la Catedral se pueden distinguir tres campañas constructivas. La primera se extiende de 1525 a 1557 con los maestros de obra Juan Gil de Hontañón, su hijo Rodrigo y García de Cubillas. La segunda campaña constructiva de 1578 a 1607 donde participaron maestros de obra como Rodrigo de Solar, Diego de Sisniega, Juan Pescador, entre otros. La tercera y última campaña constructiva (1607-1685) con Pedro de Brizuela o Francisco de Viadero.
El templo se fue levantando desde los pies hasta la cabecera por lo que el crucero no se cerró hasta 1685. En 1686 se comenzó a construir la capilla de los Ayala Berganza, actual capilla del Santísimo, exponente barroco del templo.
Dentro de la Catedral de Segovia la luz que atraviesa las vidrieras flamencas envuelve al visitante en un fascinante mundo de color, siempre dentro de la materialidad arquitectónica. La Catedral posee uno de los conjuntos de vidrieras manieristas más logrado desde el punto de vista catequético de España con un total de 157 vitrales distribuidos en las naves, girola y presbiterio. El pasaje bíblico de los evangelios, representado en vitral central, se ve apoyado en sus laterales por escenas de la historia sagrada. Vitralistas españoles y flamencos plasmaron desde el s. XVI, con acierto, los misterios de la vida de Jesucristo y de la Virgen María, y muchos de los milagros del ministerio público del Mesías. Entre los maestros vidrieros sobresalen Pierre de Holanda, Pierre de Chiberry, Walter de Roch, Nicolás de Holanda y Nicolás de Vergara.
Fuente: catedraldesegovia.es