El Castillo de Zafra situado en Campillo de Dueñas, Guadalajara, España. Se encuentra situado a 1400 metros de altitud, en la sierra de Caldereros. La zona donde se levanta es una amplia pradera con rocas areniscas erosionadas fuertemente, encima de una de estas enormes rocas creadas por la naturaleza es donde podemos encontrar este castillo de características únicas a pesar de su simpleza y su reducido tamaño.
Este monumento histórico se erige sobre una roca que ha sido tallada para darle aun más impresionismo al Castillo de Zafra. En el resto de la zona podemos encontrar viejas ruinas de lo que era una muralla usada como caballeriza o como patio.
El castillo de Zafra se construyó en la época Celtibérica a finales del siglo XII o comienzos del siglo XIII, por lo que sería un castillo medieval e incluso árabe. Anteriormente a esta fecha, en el lugar donde podemos encontrar en la actualidad el castillo de Zafra se encontraba un pequeño fuerte visigodo, que fue abandonado y posteriormente destruido, por lo que se aprovecho el inusual terreno para la construcción de este curioso castillo. A finales del siglo XV el Castillo de Zafra fue reconstruido por última vez antes de caer en la ruina total y permanecer en este estado durante los siglos siguientes.
Finalmente, en el año 1971 el castillo sería comprado a través de una subasta por Antonio Sanz Polo, quien dedicó los últimos años de su vida en contratar constructores, arquitectos e historiadores que devolviesen al Castillo de Zafra su diseño original, o lo más cercano a ello. En la actualidad son los nietos de Sanz los propietarios del Castillo de Zafra. Ellos son los encargados de mantenerlo en buen estado por encontrarse bajo la protección de la ley del Patrimonio Histórico español.
Las áreas principales del Castillo de Zafra es la torre del extremo, que a la vez es la entrada. También en su terreno encontramos un patio abierto que conduce a una pequeña sala de armas. La torre principal consta de dos plantas, donde se accedía a las cámaras, la cocina y a las escaleras para subir a la terraza. Muchos estudios de historiadores han insinuado que debido al poco espacio entre las murallas, es posible que hayan existido cuevas debajo de la roca donde se encuentra el Castillo de Zafra.
La totalidad del castillo tiene un estilo medieval, acorde a la época donde se construyó. La puerta de arco apuntado principal de la torre mayor en cambio es de estilo gótico.