El castillo de Rivoli, propiedad de la familia real de Italia, los Saboya desde el siglo XIV, es una construcción importante por su legado y también por su ubicación estratégica en el camino hacia Francia. El castillo de Rivoli es transformado en residencia a través de varias fases proyectuales entre el siglo XVI y XVII, con intervenciones sucesivas de los arquitectos e ingenieros de la corte real italiana como Francesco Paciotto, Ascanio Vitozzi, Carlo y Amedeo di Castellamonte. Vittorio Amedeo II decide la transformación de la construcción en mansión real utilizando el modelo del Palacio de Versalles y de otras residencias reales europeas, bajo la dirección del arquitecto Michelangelo Garove. Grove, diseña también el nuevo camino arbolado que comunica el castillo con Torino (1711-1712).
El ambicioso diseño del Castillo de Rivoli es llevado adelante en 1715 por el primer arquitecto real Filippo Juvara enfatizando la dimensión escenográfica del atrio, de la escalinata y de los ambientes destinados a las actividades públicas, como asimismo introduciendo el edificio en una más amplia dimensión territorial, focalizándolo en la prospectiva visual de la Basílica di Superga.
Pero el proyecto quedará inconcluso y en el siglo XIX la estructura es destinada a cuartel militar, lo que ha contribuido a su progresiva degradación.
La recualificación del Castillo de Rivoli como sede de museo ha incluido al castillo, desde 1984, entre los más importantes espacios destinados a la exposición de arte contemporánea en Europa.
Después de años de uso impropio y deterioro, se comienza el proyecto de recuperación de la residencia. En 1984 con la exposición “Ouverture” se inaugura el Castillo restaurado y transformado en uno de los más importantes espacios europeos de arte contemporáneo.
Hoy el Castillo de Rivoli es Museo de Arte Contemporáneo más importante de Italia.