El Castillo de Cuéllar o Castillo de los Duques de Alburquerque es un monumento de la provincia de Segovia, en España. Se levanta sobre una colina, el lugar más alto de la villa.
Su edificación data del Siglo XI como fuerte militar asentado sobre los restos de una muralla del siglo XI. El Castillo de Cuéllar fue sometido a una transformación en el siglo XVI para convertirse en el palacio del Ducado de Alburquerque. La fachada sur del castillo lleva una puerta mudéjar, dando a entender que el castillo comenzó su edificación a la misma vez que el recinto amurallado.
Los arquitectos que diseñaron el Castillo de Cuéllar fueron: Hanequin de Bruselas, Hanequin de Cuellar, Juan Guas, Rodrigo Gil de Hontaón y Juan de Alava entre otros. Debido a los diferentes ingenieros, el castillo cuenta con estilos arquitectónicos del siglo XIII al siglo XVIII, dominando estilos como el gótico y el renacentista.
En el año 1938 el Castillo de Cuéllar pasó a manos del Estado Español. Fue cedido por el Duque de Alburquerque con la condición de no alterar su estructura. La administración ignoró este hecho y adaptó el castillo para convertirlo en una prisión derrumbando paredes y techumbres. Ampliando un nuevo piso e incluso construyendo nuevas estancias. En la actualidad estas nuevas edificaciones han sido eliminadas.
La imagen actual del Castillo de Cuéllar se debe a un estudio y proyecto de recuperación. Se inició en el año 1970 y terminó 20 años después. El castillo se compone de una planta trapezoidal de dos recintos. El primer recinto consta de un foso y una barbacana que rodea las fachadas norte y sur. Esta barbacana se alterna con muros fabricados con mampostería. En el muro este del Castillo de Cuéllar se mantiene intacta 5 pequeños torreones semicirculares, usados como cámaras de tiro.
El segundo recinto es la fortaleza castillo de planta cuadrada. Está formado por cuatro crujías de vastos torreones, tres de ellos de forma circular, destacando principalmente la torre del homenaje con una altura de 20 metros y un diámetro de 2.8 metros. El patio de columnas del interior soportar la doble galería del siglo XVI.
Los restos arquitectónicos más antiguos que aún se conservan tras las renovaciones sufridas pertenecen al siglo XI. Se trata de la puerta mudéjar en el sureste del castillo de Cuéllar. Además de observar esta puerta, se puede contemplar tras los torreones diferentes arcos fabricados en ladrillos, también vemos ventanas y pasadizos altomedievales de estilo mudéjar.