El carácter y el estilo arquitectónico de un edificio está basado en sus aspectos funcionales, asociados y personales. El carácter arquitectónico de un edificio está clasificado en tres grandes categorías:
- carácter funcional
- carácter asociado
- carácter personal
Carácter funcional de un edificio: Cada edificio tiene funciones específicas y está hecho para un propósito. El plano interno está en coordinación con la fachada externa que nos dice el propósito del edificio. La apariencia externa juega un rol importante en determinar el propósito y la función de la estructura.
Por ejemplo:
- Diseñar claraboyas en lugar de ventanas indica que el edificio es un museo
- Diseñar amplias paredes con numerosas ventanas en un orden en particular también puede indicar que sea un museo
- Diseñar largas y anchas ventanas sugiere que es una biblioteca
- Diseñar una entrada simétrica en el medio de un bloque y con una amplia entrada para crear un balance indica un edificio público.
Carácter asociado de un edificio:
- El carácter de algunos edificios está expresado a través de elementos asociados a ciertas influencias. Estas influencias a veces se remontan miles de años atrás en historia y cultura.
- Los aspectos culturales juegan un rol importante en determinar el carácter asociado de una estructura particular.
- Reconocemos un edificio por sus características a las que asociamos con un estilo estructural particular. Un chapitel o aguja sobre una torre en un gran edificio indica una iglesia. Un gopuram representa a un templo hindú, mientras que una media luna y una cúpula blanca es el símbolo de una mezquita.
Carácter personal de un edificio:
El carácter en arquitectura es comparable con los atributos de un individuo. Si un edificio está diseñado con el espíritu apropiado, las características como la gracia, la dignidad, la vitalidad, pueden ser expresadas como una parte integral de la estructura.
Analizar y estudiar estos caracteres ayudará a entender la anatomía del diseño de un edificio.