Basílica de Santa Rosa de Lima de la ciudad de Buenos Aires, fue inaugurada el 12 de octubre de 1934 con la bendición del Cardenal Eugenio Pacelli (luego sería el Papa Pío XII) quien estaba en Buenos Aires participando del Congreso Eucarístico Internacional.
La inquietud de los vecinos por tener un lugar para venerar a la Patrona de América, Filipinas e Indias Orientales (proclamación del Papa Clemente X, quien la canonizó en 1671) estaba presente desde antes. A tal punto que muchos ya se habían sumado a la campaña para juntar el dinero y comprar un terreno destinado a esa construcción. El metro cuadrado costaba 200 pesos y hasta se pagaba en cuotas. Hacia fines de 1913, la recaudación apenas superaba los 18.000 pesos. Entonces, fue clave el aporte de María Unzué de Alvear, quien donó el terreno de Belgrano y Pasco.
La Basílica de Santa Rosa de Lima, obra del arquitecto noruego A. Christophersen (1928) es una iglesia referente de la arquitectura neobizantina, inspirada en la Iglesia románica de Saint Front deux Periguex (1120) de la Escuela Medieval de Aquitania. Christophersen, catalogó el estilo como románico-bizantino de Perigord. La construcción la llevó acabo el ingeniero Andrés Millé.
Destaca su cúpula monumental, montada sobre columnas, con arcos de medio punto y capiteles compuestos. Esta cúpula así como toda la construcción recuerda algunas de las más famosas iglesias bizantinas como Santa Sofía de Constantinopla (en la actual Estambul) por su corona de columnas. Pero a diferencia de aquella, la cúpula de Santa Rosa es más alta, y más parecida a las cúpulas renacentistas.
El edificio posee una cripta que ocupa toda la superficie del terreno. El altar principal se elaboró en Italia con una réplica de la Piedad de Miguel Ángel. Su contraste cromático entre caja ladrillera y materialidad de la cúpula le otorga un protagonismo en el contexto pocas veces visto.
En la inauguración estuvo presente el arzobispo de Lima, monseñor Pedro Farfán, quien donó un relicario con reliquias de los santos latinoamericanos: Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo y San Juan Macías. La consagración tuvo lugar el 30 de agosto de 1941, día en que fue declarada basílica.
Características arquitectónicas de Santa Rosa de Lima
Si se lo mira en perspectiva, el gran edificio tiene alguna semejanza con la famosa iglesia Sacré-Coeur, del barrio de Montmartre de París. En eso influye su estilo neoclásico de clara imagen bizantina, con esa gran cúpula central y dos laterales. El color, que contrasta con las paredes de ladrillo y piedra, se lo dan esas tejas de cobre que con los años se volvieron verdes. Ese revestimiento, elegido por Alejandro Christophersen tiene su razón: el cobre es liviano, no necesita mantenimiento, es durable (supera ampliamente los 100 años) y se oxida pero no se corroe, lo que lo hace casi indestructible.
El exterior fue revestido en ladrillo, granito y piedra, con techos de teja italiana, cúpulas en cobre y mosaicos ornamentales. En su fachada, podemos observar un rosetón en forma de cruz, por debajo una imagen de Santa Rosa con el Niño en un templete. Por encima de sus tres puertas de acceso, se exhiben escudos realizados en mosaicos revestidos en cobre; sobre la entrada principal: el escudo Papal y en las laterales, los de Argentina y Perú (de donde es Santa Rosa) respectivamente. El 30 de Agosto, se celebran las Fiestas Patronales.
El templo posee una cripta que ocupa toda la superficie del terreno y tiene acceso particular por el lateral de la calle Pasco, mientras la entrada principal se da por la Avenida Belgrano. El altar principal de la Cripta fue realizado en Italia y está coronado por una réplica de La Piedad de Miguel Ángel. El altar lateral está consagrado a Santa Teresita de Jesús.
La cúpula, está apoyada en dieciocho columnas de mármol cipollino (se lo llama así porque sus vetas verdes cruzan sobre el blanco y asemejan las capas de una cebolla) que se complementa con los zócalos y frisos realizados en mármol verde de tinos. Ambos son de origen griego. El piso es de mármol Napoleón (originario de la isla de Paros), así denominado porque se usó en la construcción de la tumba de aquel emperador francés. Las estatuas y los altares son de mármol italiano de Carrara, igual que el púlpito cuadrado, que tiene tallados arabescos y la imagen de ocho santos católicos. El templo recibe luz natural que llega a través de las ventanas y la linterna que corona la cúpula.
En el presbiterio también hay mármoles de diversos colores en zócalos y frisos. El ábside está decorado con mosaicos venecianos que alberga un altar mayor de mármol italiano con fondo de oro. En él se ubica una imagen de mármol de Carrara de Santa Rosa de Lima con el niño sobre el sagrario flanqueada por cuatro pequeños íconos de estilo bizantino bajo un baldaquino de mármol.
También de Carrara son las magníficas pilas de agua bendita y el púlpito italiano de Pietrasanta con imágenes talladas de Santo Tomás de Aquino, San Ambrosio, San Juan Crisóstomo, San Agustín, San Jerónimo y San Gregorio. Los dos grandes altares laterales se destinaron al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen de la Medalla Milagrosa y fueron decorados con mosaico de colores. El piso fue revestido en mármol Napoleón, con franjas de verde Alpes.
La Cripta
Tiene su ingreso por la calle Pasco. En el simbolismo religioso, al igual que María Auxiliadora en Almagro, corresponde a los penitentes. Su superficie y estilo arquitectónico es similar al del templo.
Es de planta cuadrada, con dos anillos octogonales de columnas que están debajo de las que se encuentran en el templo principal. Son también de mármol pero rosado. El piso es de color marfil.
El altar Mayor está tallado en mármol de Carrara presenta apliques con láminas de oro y posee una réplica exacta del grupo escultórico La Piedad, de Miguel Angel, que se encuentra en el Vaticano.
La cripta es el lugar de descanso de la bienechora del templo María de los Remedios Unzué, quien falleció en 1950 y traslada a la Basílica en 1955 junto con los los restos de su esposo Angel Torcuato de Alvear (hermano del presidente de la República Marcelo Torcuato) fallecido en Paris en 1905.
Hay también un altar Menor dedicado a Santa Teresita del Niño Jesús y la primera imagen que el templo tuvo del Sagrado Corazón.
Ubicación: Av. Belgrano 2216, Ciudad de Buenos Aires.