Fenicia es una comerca natural en la costa de Siria, una estrecha faja marítima limitada al Norte por el desfiladero de Nahr-el-Kelb, se parada orientalmente de Siria por la cordillera del Líbano; y en el Sur de la Palestina por el Monte Carmelo. Sus pobladores sólo fueron hábiles industriales y laboriosos comerciantes que imitaron los productos del arte extranjero, sin llegar a tener creaciones propias; con todo, eran estimados fuera de su país hasta el punto que Salomón sirvióse de ellos para construir el templo de Jerusalén. La civilización de los fenicios fue elevándose gracias a las intensas relaciones que ellos tuvieron con Egipto y con Mesopotamia, que importaron numerosos objetos, así como elementos espirituales de civilización, pero partiendo de un fondo común cananeo, pues los mismos fenicios constituían un grupo cananeo cuya personalidad se destacó, cada vez más aislada en el territorio de la costa.
Los templos fenicios solían ser pequeños y se hallaban construídos al modo egipcio. En su parte exterior había altares de piedra. En el centro de un gran patio rodeado de pórticos tenían la cella con un monolito que representaba Adonis-Eshmun. Ante los templos había cilindros con remate cónico.
Han quedado en Fenicia algunos monumentos sepulcrales autóctonos: son hipogeos formados por elementos cilíndricos superpuestos cada uno de ellos de diámetro menor que el que tien edebajo, yh el terminal rematando con casquete esférico; los decoran festones de almenas simuladas.
En cámaras funerarias subterráneas de Fenicia fueron hallados sarcófagos de forma humana; de ellos aparecen ejemplares además en varios pueblos coloniales por ejemplo en Cádiz. Diríase que derivan de las momias egipcias; en la tapa que reproduce la figura del cuerpo a veces fue esculpido el retrato del difunto.