Los celtas constituían una raza de hombres guerreros, altos, de piel blanca, ojos azules y pelo rubio; parece que ocuparon Europa central desde los primeros tiempos del neolítico y que al comenzar la edad de hierro emprendieron conquistas, iniciaron su expansión en forma parecida a como emigraron los pueblos teutones al comenzar la Edad Media. Los celtas atropellaron a ligurios, íberos, ilirios y latinos; sitiaron Roma, saquearon Delfos. En arqueología e historia se conoce a La Téne a la cultura dominante en el período de la Edad de Hierro (cultura celta) y su nombre deriva del sitio arqueológico ubicado al norte del Lago Neuchâtel en Suiza.
Los celtas construían los palafitos sobre pilotes clavados dentro del agua y es una estación lacustre la que ha proporcionado el nombre para calificar los objetos de la Edad de Hierro caracterizados como celta con rasgos artísticos, son vainas de espada cinceladas y con aplicaciones de fundición de refinado decorativismo en el que dominan los espirales.
Los celtas en sus cascos y escudos siguen el sentido de la decoración que se originó en La Tene. Tales cascos son de bronce y algunos de ellos ostentan protuberancias que semejan cuernos; su ornato, repujado, debió acentuarse con esmaltes, y el ejemplar más notable que se conserva se encoentró en Londres en el lecho del Támesis y está en el Museo Británico. Los escudos celtas son alargados, de contorno que sinúa la forma del 8.
Por su simple composición decorativa dentro de los caracteres del estilo es importante el de Battersea (también en el Museo Británico) de bronce con placas soldadas y con pequeños medallones entre los espirales y que tienen esmaltes en rojo y blanco, pues en la Europa Occidental los celtas fueron los primeros en conocer el esmalte alveolado o cloisonné.
Arte celta en España. los celtas invadieron España hacia el siglo VI a.C. se instalaron en el noroeste donde permanecieron largo tiempo en raza pura, mientras que ne la meseta central se mezclaron con los íberos y originaron los celtíberos cuya metalistería produjo dagas de hierro a menudo acompañadas de las correspondientes vainas compuestas de placas de bronce ornamentadas y con contera globurla de hierro; cuya orfebrería fue pródiga en la ejecución de fíbulas de bronce y de plata; cuya escultura se manifiesta en los rudos bloques zoomórficos llamados Los toros de Guisando y cuyo sentido urbanístico revela el poblado de Numancia conocido casi tan solo por los cimientos que han sido excavados por Schulten y por Mélida.
Estos cimientos en parte de piedra sin escuadrar y en parte sillarejo dibujan el plano de la ciudad celtíbera sobre cuyas ruinas se levantó la ciudad romana. En Numancia se halló abundante cerámica.
En la ciudades portuguesas de Sabroso y Briteiros así como en las gallegas, tan abundantes que en la provincia de Orense coronan casi todo los promonitorios aislados sus moradores gustarían de adornarse con toques de oro y plata análogas a las que aparecen en el centro y norte de Europa durante el primero período de La Tene, y con pendientes y brazaletes de fina labor geométrica labrada con punzón o compuesta en filigrana de oro.
Torres, cruces y oratorios celtas en Irlanda. En el siglo VI de nuestra era los celtas de Irlanda ya tenían su reino con servaron y desarrollaron las tradiciones del arte de La Tene. data de fines del siglo IV o de comienzos del siglo V la conversión de iralnda que con su entuasiasmo neófito pasó a ser en los dos siglos siguientes, el mejor refugio de la Iglesia que los bárbaros atacaban. Sus monjes con fe intrépida y lacerada por las fechorías de los invasores marcharon como peregrinos a Roma y al volver a Irlanda expandieron por sus valles verdes los monasterios benedictinos que solían alzar dentro redondo recinto.
Los monjes irlandeses en el siglo VIII restaurarán la civilización occidental y expandirán en el continente el arte que derivando de La Tene gusta de la retorcida decoración linear: un arte bien distinto del de Roma y que influyó en el de la época carolingia. Dos monasterios benedictinos irlandeses, los de Durrow y Armag, vinieron a ser las verdaderas universidades de Occidente; y de ellos derivan los monasterios de San Galo (en Suiza) de Fulda (en el país Renano) y de Bobio (en Italia). Con Irlanda también Bretaña conserva monumentos que un es decir torres y cruces del mismo carácter que las irlandesas. Las iglesias celtas que quedaron en pie son sumamente pequeñas, con presbiterios cudrados; las cubren bóvedas de cañón seguido. Parecen más bien humildes capillas u oratorios para sacerdotes, no edificios donde puede participar en los ritos el pueblo fiel. Tal es el caso de la capilla de Laernus, en el condado de Kerry. Se parecen a los duns o fortalezas de Irlanda que por la forma recuerdan las colmenas.
Otra forma de arte celta es la orfebrería que fabricaba cruces, miniaturas y joyas celtas.