Combinar la arquitectura antigua y moderna no es algo nuevo. A lo largo de la historia ya sea por herencia o adquisición la gente ha adaptado los edificios e incorporado objetos de generaciones pasadas y de diferentes culturas con el fin de crear espacios confortables, individuales y a veces a la moda.
La coexistencia y balance de lo antiguo y moderno es un tema importante en nuestra cultura y en la actualidad. Las formas y conceptos antiguos son aparentes en arquitectura, diseño y moda; de un domo o arco a un par de vaqueros de denim. Dichas formas aparecen como modelos recurrentes o pueden inspirar reinvenciones por ejemplo el taburete para magistrados de la antigua Roma, fue la inspiración de la silla Barcelona de Mies van der Rohe.
A principios del siglo XX, lo moderno fue un concepto de quiebre, de corte. Lo moderno significaba un rechazo a todo lo relacionado a centurias pasadas, por esto surgió un movimiento denominado arquitectura moderna. En términos de diseño, la primera de la máquina comenzó cerca de 1910 y en los siguientes 20 años el concepto de casa contemporánea ha cambiado significativamente. Por ejemplo hacia la década del ’40 los bienes de consumo como refrigeradores o aspiradoras eran normales a lo largo de Estados Unidos y Europa occidental.
Durante el siglo 20 el diseño progresó de una visión radical del movimiento modernista en los ’30 a la revolución del consumo masivo doméstico del hábitat con sus sofás coloridos de los ’60 y finalmente con las casas contemporáneas minimalistas creadas al final de la centuria.
Hoy en día la combinación de antiguo y moderno se ha convertido en importante desde el punto de vista ecológico, como la regeneración y la reinvención de los edificios existentes para ayudar a preservar recursos valiosos.
Las dinámicas de lo antiguo y lo moderno se ha utilizado edificios de alto perfil como el Tate Modern, diseñado por Jacques Herzog y Pierre de Meuron, donde se inventaron un gran edificio industrial para crear un espacio para exposiciones a gran escala.
En París, la pirámide del Louvre diseñada por I.M.Pei, se levanta en el centro del Louvre y es un símbolo de valentía creativa. La estructura transparente, con una fuente y tres pirámides más pequeñas en la corte, subraya la simetría del antiguo palacio del siglo 13.
En Japón, siguiendo la moda de construcción revolucionaria de Rei Kawakubo de Comme des Garçon, la tecnología de los tejidos de Issey Miyake, diseña a partir de una nueva generación que está tratando de volver a conectar con las antiguas tradiciones incluyendo camisetas contemporáneas con bolsillos a base de fragmentos de kimonos de seda antiguos.
Todos éstos desarrollos culturales son ejemplos inspiradores de cómo es y como se puede interpretar lo antiguo y lo nuevo. Esto demuestra la fuerza y relevancia de una estética antigua y moderna como una respuesta a la gran cuestión del siglo 21; el mejor uso posible de los recursos disponibles y valiosos; y, posiblemente, el mayor problema de todos – la creación de una estética y ambientes ricos culturalmente.