Los altares o aras de la antigua Roma eran elementos mediante los cuales se comunicaban con la divinidad. Eran espacios construidos como anexos de otras construcciones: templos, domus o villas. Allí los romanos realizaban ofrendas de líquidos y vegetales a sus dioses y realizaban sacrificios de animales.
La construcción siempre era rectangulares. Tenía un basamento o pie liso que sostenía la estructura. Tenía la inscripción de la deidad de culto y estaba decorado con objetos rituales como pátera o urceus (jarrón). Los motivos de decoración eran florales. El coronamiento de la estructura era con dos antas (formas de U).
Entre los altares descubiertos por los antropólogos están :
Ara in antis. En el Templo de Esculapio en Pompeya
Aras del Templo de Júpiter
Foro de Baelo Claudia en Cádiz
Museo de Ampurias
Ara de tradición griega dedicada a Minerva (Museo Palatino de Roma)
Mausoleo de Cecilia Metela (en Roma)