Durante al menos diez mil años, los seres humanos han estado planeando el movimiento de las estrellas, estudiando los cielos, construyendo calendarios y erigiendo monumentos para seguir la procesión de las constelaciones y los cuerpos celestes a través del cielo nocturno.
Muchas culturas antiguas compartieron la creencia de que veníamos de las estrellas. Quizás es por esto que se ha dedicado tanto tiempo, esfuerzo y energía al estudio de los cuerpos celestes desde la Antigüedad hasta el presente.
Varias constelaciones y estrellas han jugado un papel importante en los misterios antiguos y la mitología que rodea los orígenes celestiales de nuestra especie. En los lugares donde surgen estas leyendas, encontramos estructuras que se correlacionan con la posición de estas estrellas y constelaciones en el cielo.
¿Qué intentaban decirnos nuestros antiguos predecesores con esta información?
Orión
La constelación de Orión es una de las constelaciones más prominentes y reconocibles en el cielo, ya que su ubicación en el Ecuador celeste permite que se vea en todo el planeta. La constelación de Orión. era de importancia central para muchas culturas antiguas, ya que la alineación con la posición de las estrellas coincide precisamente con varias estructuras antiguas, desde las pirámides de Giza hasta las encontradas en Teotihuacán, en el centro de México.
El cinturón de Orión y la meseta de Giza
Sabemos gracias a las escrituras halladas en las Pirámides, que los antiguos egipcios creían que los dioses descendían del cinturón de Orión y de Sirio (la estrella más brillante del cielo) en forma de seres humanos. Esto es críticamente importante para la cosmología egipcia, ya que Orión se asoció con el Dios Osiris y Sirio se asoció con la Siosa Isis, que juntos se dice que crearon toda la civilización humana.
Las tres pirámides de Giza son algunas de las estructuras antiguas más misteriosas, desconcertantes y magníficas del mundo. Juntas demuestran el concepto de alineación sagrada, ya que forman un mapa tridimensional preciso de las estrellas en el cinturón de Orión en el suelo. Su tamaño y ubicación también toman en cuenta tanto el brillo visible como la ubicación de las estrellas dentro del cinturón de Orión, ya que las dos pirámides más grandes se alinean perfectamente en comparación con la pirámide compensada más pequeña de Menkuare.
Además, la meseta de Giza se encuentra en el centro geográfico de la Tierra, lo que significa que se encuentra exactamente en el centro de la masa terrestre de la Tierra. La pirámide central, Khufu, no es solo la última de las 7 maravillas del mundo antiguo, sino que está más alineada con el norte verdadero que con el observatorio de Greenwich en Londres.
Alineación de las pirámides precolombinas
Ubicada en las tierras altas del centro de México, a 56 km al noreste de la actual Ciudad de México, se encuentran las ruinas de la antigua ciudad de Teotihuacán, otra maravilla del mundo antiguo con vínculos con las constelaciones estelares. Los arqueólogos y los estudiosos debaten sobre la edad del sitio, y creen que la ciudad floreció durante al menos 500 años antes de que colapse por completo en el siglo VII.
La ciudad era una de las más grandes del mundo en su apogeo, con una población de 150.000-200.000 personas. A pesar de que la ciudad precedió a los aztecas por varios siglos, la llamaron Teotihuacán, que significa el “Lugar de los Dioses”, ya que creían que era el lugar donde se creó el mundo actual.
Al igual que muchos sitios sagrados del mundo antiguo, los observatorios, pirámides y estructuras de Teotihuacán se construyen reflejando alineaciones celestiales. El complejo en Teotihuacán contiene tres pirámides, dos más grandes y una más pequeña, con una similitud con la disposición de las pirámides en Giza y que forman otra correlación con el cinturón de Orión. Se dice que la Pirámide del Sol está alineada con las Pléyades, otra constelación de gran importancia en el mito y la tradición que a menudo está conectada a la constelación de Orión.
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