El Acero quirúrgico es un término informal que se refiere a ciertos grados de acero inoxidable que se utilizan en aplicaciones biomédicas. No existe una definición formal sobre lo que constituye un “acero quirúrgico” por lo que los fabricantes y distribuidores de estos productos aplican el término para referirse a cualquier tipo de acero resistente a la corrosión.
La serie de acero inoxidable que se le llama de esta manera es la serie 316 o 316L (llamado de esta manera según la clasificación AISI).
Posee una alta resistencia a la corrosión y bajo contenido de carbono que son los factores clave que hace al acero quirúrgico adecuado para aplicaciones médicas por encima de otros tipos de acero inoxidable.
La seguridad de que los dispositivos médicos no reaccionen químicamente con el tejido corporal o a los productos utilizados para esterilizar, el desgaste repetitivo que poseen muchos dispositivos médicos al someterse a limpieza, hacen que el acero inoxidable 316 es el material perfecto para los hospitales, cirugías y aplicaciones paramédicas.
El acero quirúrgico es usado en diversas implantaciones que se hacen quirúrgicamente al cuero humano como: Los implantes ortopédicos, válvulas cardíacas artificiales, placas, tornillos, tutores para los huesos en crecimiento, entre otras funciones.