La Puerta Nueva de Bisagra es la puerta cuyos capiteles pirmaidales al contemplarlos desde lejos, nos parecían enormes lapiceros de afilada punta. Esta puerta consta de dos cuerpos de edificio separados por un patio cuadrado. Este patio tiene cerrados los costados por unos muros altos y coronados de recias almenas.
Frente al primer cuerpo del edificio, sobre el cual asoman las dos torres con sus airosos chapiteles.
Al pasar bajo los arcos de la bóveda oscura, se siente la emoción de lo antiguo. La mayoría de esos arcos tienen la traza arábiga y que unas puertas viejísimas muestran en sus remiendos los estragos del tiempo. Esta puerta está restaurada gracias a la solicitud de un gran Rey: el Emperador Carlos V en el año 1550 por el arquitecto Covarrubias.
En el patio cuadrado los muros están coronados por almenas recias. En el arco siguiente hay un gran escudo de Carlos V, águila de dos cabezas tallado en piedra, sobre un fondo rojo. Este escudo lo veremos en muchos sitios, principalmente en el Alcázar de Toledo.
Por lo bajo del escudo aparecen en actitud de lanzarse a volar, unos aguiluchos de piedra que entonan con la oscuridad de la bóveda.
Y por encima se levantan los torreones de los conocidos chapiteles. El otro cuerpo del edificio, consta de un arco de medio punto semicircular que recorta graciosamente un fondo de verdor.
Sobre la clave del arco en una hornacina se halla una pequeña estatua de mármol blanco. Representa a San Eugenio, el primer Arzobispo de Toledo cuyo martirio historiado se puede apreciar en los frescos de los claustros de la Catedral. Esta escultura se atribuye al célebre Berruguee.
Pasado el arco de medio punto sobre la clave del exterior puede verse un grandioso soberbio escudo de Carlos V tallado magistralmente en piedra tosca.
A ambos lados, unos grands y redondos torreones donde se ven, como incrustados, dos estatuas de reyes visigodos completan la majestad de la Puerta de Visagra, una de las más hermosas de la ciudad. un Ángel Custodio de piedra la remata dignamente.
Este cuerpo de edificio se construyó o restauró un poco más tarde que el anterior. Ya regía los destinos de España el rey Felipe II el que unos años más tarde tasladóla Corte de Madrid, 1461. A uno y otro lado se extienden las murallas árabes restauradas por Alfonso VI.