El arquitecto hoy es un profesional que debe contar con capacidad y habilidades cada vez más complejas y quizás contrastantes con las capacidades técnicas de su profesión. Las habilidades como flexibilidad, comunicación, expresión oral o facilidad para las relaciones interpersonales son hoy más importantes para la profesión que nunca.
A las funciones típicas del arquitecto, hay que sumarle habilidades blandas que a diferencia de la rigidez que imponen algunos requerimientos técnicos de la profesión del arquitecto, las habilidades blandas en contraposición requieren flexibilidad y soltura. El arquitecto de hoy es a la vez negociador, hombre de negocios y empresario.
Si bien la riqueza profesional para desarrollar la arquitectura, se obtiene por haber participado en diversos proyectos, a nivel comercial en el mercado de hoy, los clientes valoran la especialización dentro de la actividad, a la hora de contratar un servicio. Quieren ver que el arquitecto haya desarrollado numerosas obras similares a las que desean construir. La especialización en arquitectura puede ser una ventaja competitiva muy grande a la hora de pelear el mercado con otros estudios de arquitectura. Los arquitectos especialistas en casas de campo, en edificios de oficinas, en edificios de viviendas, en parques públicos pueden ser algunos de los más requeridos en las grandes urbes a la hora de contratar un servicio.
Algunos puntos importantes que debe tener el cuenta el arquitecto de hoy para el éxito:
Entender los negocios. Los negocios hoy son globales y no locales. El arquitecto puede ser contratado por un cliente extranjero por lo tanto debe reconocer que los negocios no son siempre locales. O a la inversa, un cliente local puede contratar a un arquitecto extranjero por lo cual, la competencia es cada vez más dura.
Entendimiento comercial. Como antes decíamos, el entendimiento de los negocios, comienza a ser vital ya que en una obra coinciden numerosos proveedores. Especialmente para el arquitecto emprendedor, manejar los aspecto comerciales es de suma importancia a la hora de posicionarse en el mercado. Conocer las tendencias del negocio, que buscan los clientes o quien impone las nuevas costumbres (medios de comunicación, modas, etc.) es un buen conocimiento que debe tener el arquitecto de hoy.
Ser un aliado de las nuevas tecnologías. Los programas para realizar planos y maquetas, la comunicación vía correo electrónico, la utilización de Intenet como medio de información para llevar adelante un proyecto. Asimismo, valorar Internet para la venta de servicios contando con una página web. Las animaciones, renders y diseños por computadoras son vitales a la hora de competir y ganar clientes.
Ofrecer calidad de servicio al cliente. Hay un dicho en marketing que dice que ya está todo inventado y lo único que puede diferenciar a una empresa de su competencia es la calidad en la atención al cliente. El cliente busca junto con el servicio, buen trato, obtener todas las explicaciones que necesita, sentirse escuchado y comprendido y crear una relación con su arquitecto.
Flexibilidad y comunicación. El arquitecto debe ser flexible a los requerimientos del cliente, hoy más que nunca, es fácil perder un cliente en el medio del proceso o terminar una mala relación con un cliente en tribunales. El arquitecto debe tener buena comunicación con su cliente, constante y fluida y ser flexible a sus requerimientos.