El Castillo de Bellver es una fortificación de estilo gótico mallorquín. El Castillo de Bellver fue construido a principios del siglo XIV por orden del Rey Jaime II de Mallorca y fue construido en menos de 10 años por una gran cantidad de canteros, artesanos, esclavos y demás. Tanto era el afán del Rey que habilitó los días hábiles para agilizar la construcción. El Castillo de Bellver se encuentra sobre un monte de 112 metros sobre el nivel de mal, rodeado por un ambiente de bosque, desde donde se puede contemplar la ciudad. Hay especulaciones tales como que hay túneles secretos por debajo del Castillo de Bellver por si era necesario el escape del Rey.
Hablando desde un punto de vista arquitectónico, la planta del castillo cuenta con una circunferencia perfecta, a la que le acompañan tres torres semicirculares adosada, cada una de ellas marcando uno de los puntos cardinales. La torre del sur es la más grande de todas y las pequeñas son la del este y del oeste, además cuenta con una cuarta torre que está separada en la parte norte y es mejor conocida como la torre de homenaje, una gran torre maestra que cuenta 33 metros de altura. En el medio se encuentra el patio de armas. Doscientos después se construyeron terrazas para instalar cañones.
La parte principal de la edificación fue construida por el arquitecto Pere Salvà, con otros maestros en los años 1300-1311 para el Rey Jaime II. Para la construcción del mismo se utilizó piedra arenosa, y buen parte de ella se extrajo de una cueva situada en el subsuelo de el mismo monte, debajo de la edificación. Esto ha provocado grietas en el edificio, además si era necesaria más piedra esta era traída de Portals Vells y de Santañy. La muralla es lisa y sólo es interrumpida por las torres y por distintas aberturas pequeñas llamadas “troneras”.
En cuanto a los dos portales de la entrada, la principal se encuentra protegida por un matacán y podemos observar en ella las pequeñas aberturas para sujetar elevadizo y la segunda puerta mejor conocida como el portal de la reina es de dimensionas más reducidas.
En la parte superior del castillo nos conseguimos con las torres semicirculares y las atalayas. En la terraza redonda podemos encontrar una agradable vista que ofrece una panorámica extraordinaria de Mallorca en 360°.
En conclusión cabe destacar que su estructura combina la necesidad de un palacio junto con elementos defensivos para la guerra. Este cuenta con diversas secciones con muchísimos aspectos destacables, es importante mencionar que este edificio ha sido fuente de inspiración para construcciones cómo el castillo de Michelstetten. Actualmente este castillo tiene función de museo desde 1932, y este fue renovado en 1976 para convertirse en el Museo de Historia de Palma de Mallorca. Sin duda alguna un fortificación con mucho de qué hablar.