El barroco en Italia fue el estilo propio de los reyes y la Iglesia. El barroco manifestaba el esplendor el poderío y la extravagancia que solo se puede permitir el poder reinante. Las iglesias barrocas que se pueden ver en Italia (España y Francia) tienen domos enormes, formas arremolinadas, grandes columnas espiraladas, mármoles multicolores y lujosos murales. Estas características se plasmaron en la arquitectura barroca de Italia. La misma exuberancia se expresa en construcciones no religiosas como La Fontana de Trevi en Roma. El barroco fue el estilo propio de la monarquía que creó el mapa de Europa para responder o pelear a la ContraReforma.
Los comienzos de la arquitectura barroca se dieron en el paradigma italiano de basílicas con grandes cúpulas y naves.
La Iglesia de Santa Susana fue la primera estructura romana en romper con las convenciones manieristas. Las columnas dinámicas la decoración central agregaron complejidad a la estructura.
La Plaza de San Pedro ha sido considerada como la construcción barroca más importante. Está dividida en dos galerías diseñadas por Gian Lorenzo Bernini en una escala sin precedentes. La Iglesia oval policromática de San Andrea al Quirinale fue el diseño favorito de Bernini.
Francesco Borromini fue el principal rival de Bernini en Roma.
Borromini condenaba el enfoque antropomórfico del siglo 16 y elegía basar sus diseños en complicadas formas geométricas. La Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane que se distingue por un plano oval acanalado y complejos ritmos cóncavos y convexos es la obra maestra de Borromini. Sant’lvo all Sapienza uno de sus trabajos posteriores es otro ícono del barroco.
Fue Carlo Fontana el arquitecto más influyente en Roma después de la muerte de Bernini. El enfoque de Fontana logró muchísima influencia por sus prolíficos escritos y el gran número de arquitectos que capacitó. En el siglo 18 la capital del barroco se trasladó de Roma a Paris de la mano del Rococó italiano que floreció en 1720 con las ideas de Borromini.
Barroco en el norte de Italia
Fue en el norte de Italia donde los monarcas que pertenecieron a la Casa Saboya fueron los primeros receptores del estilo. Guarino Guarini, Filippo Juvara y Bernardo Vittone fueron arquitectos que fueron empleados por ellos para ilustrar las grandiosas ambiciones políticas y el nuevo estatus de realeza adquirido por la dinastía.
Guarini combinó muchas tradiciones para crear estructuras irregulares que fuesen notables para sus columnas y fachadas poco convencionales. La más rimbombante de las aplicaciones del estilo barroco en la arquitectura se dio en el diseño de una casa privada en el siglo 17, el Palacio Carignano de Guarini.