William Henry Playfair fue uno de los arquitectos más destacados de Escocia durante el siglo XIX, debido a que fue uno de los mayores agentes de la renovación neoclásica de Edimburgo. Nació en Londres en 1790, dentro de una familia destacada: su padre, James Playfair, era un reconocido arquitecto; su tío William Playfair un economista; y su otro tío, John Playfair, era un científico sobresaliente del iluminismo escocés. En sus primeros años de edad, tras la muerte de su padre, William Henry Playfair se trasladó a Edimburgo para vivir bajo el cuidado de este último tío. Estudia arquitectura en Glasgow, bajo la tutoría de William Starke. Si bien desde sus inicios desempeña una voluminosa actividad profesional privada, su primer encargo público llegó en 1815, cuando le asignaron el trazado de una parte de la nueva ciudad de Edinburgo. Luego de esta experiencia, se sucederán las obras: diseñará el Old College de la Universidad de Edimburgo, la Dollar Academy, La terraza Real y Regente en Calton Hill, entre muchas otras.
Su perfil profesional estuvo basado mayormente en el estilo clásico, con el que transformó el estilo pintoresco y romántico tradicional de la ciudad. A través de la presencia de edificios neoclásicos ubicados en sitios espectaculares, este arquitecto dejó su huella en el espíritu urbano de esta ciudad, que terminó ganando el mote de “la Atenas Moderna”. Entre sus trabajos más destacados en esta línea estilística están la National Gallery de Escocia y la Real Academia Escocesa. No obstante, el arquitecto experimentó con otras filiaciones estilísticas. Construyó numerosas casas y mansiones en el tradicional estilo Tudor, propio del país durante el último tramo del medioevo. Asimismo, una de sus obras más excepcionales es la iglesia de Saint Stephen, que se construyó entre 1826 y 1828 en estilo neogótico. El arquitecto, que fue reconocido mediante premios y otras distinciones nacionales e internacionales, muere finalmente en Edimburgo en 1857.