El hormigón como todo cuerpo sólido, se deforma al recibir peso en exceso y esta deformación depende de la magnitud de la carga y del tiempo que esta dure.
Los tipos de deformaciones son:
Deformación elástica o reversible:
El hormigón se deforma al recibir una carga pero al quitar el peso de la carga, el hormigón vuelve a su forma anterior. Es como una banda elástica. Este tipo de deformación puede ser imperceptible a la vista y por esto, tanto estas deformaciones provocan acortamientos o alargamientos de la estructura en el sentido longitudinal. También provocan ensanchamiento o adelgazamiento en el sentido transversal del esfuerzo cuando los elementos están a compresión o a tracción.
Deformación plástica o irreversible:
Consiste en una deformación instantánea e irreversible que aumenta con la magnitud de la carga y el tiempo que esta dure. La deformación plástica sumada a la deformación por retracción se detiene prácticamente al cabo de 3 años y es directamente proporcional a la carga que se le aplica, siempre y cuando esta carga sea menor que 1/3 de la carga necesaria para la rotura.
Deformación por contracción de fraguado:
Ees la deformación inicial instantánea causada por contracción de endurecimiento (shrinkage) y suele producirse por la evaporación del agua.
Deformación instantánea al aplicar las cargas
Deformación diferida por Fluencia Lenta: esta es una deformación por contracción al igual que la deformación inicial, se da porque en los microporos del gel queda retenida agua no combinada químicamente, y que, por efecto de las cargas es impelida hacia los conductos capilares, donde se evapora, dando lugar a un reacomodamiento de los geles de cemento, y en consecuencia una reducción de su volumen, como si se comprimiera. Dicha deformación puede controlarse mediante la temperatura, donde por debajo de los 5ºC esta desaparece, mediante la humedad relativa, a mayor humedad menor deformación de fluencia y a una relación agua cemento menor.