El taladro es una herramienta de trabajo versátil utilizada generalmente utilizado en numerosos oficios.
El taladro se utiliza para realizar perforaciones en diversos materiales, mampostería, acero, ladrillo, durlox y madera. Tiene una barra metálica con un extremo cortante con uno a más filos.
Posee una hendidura helicoidal que permite realizar los agujeros cilíndricos por su movimiento de rotación. Máquina sencilla de manipular. Hay dos tipos de taladros, el de mano y el de mesa. El de mano es muy fácil de transportar. El de mesa, hay que usarlo con una mordaza para fijarlo a la mesa de trabajo, para que la mecha baje en forma perpendicular al material que queremos agujerear.
El taladro puede ser propulsado por electricidad, baterías, aire comprimido o de forma manual. Pueden ser inalámbricos o con cable. La mecha varía justamente según el material a perforar. Hay mechas para madera, para piedra, para hormigón y para metal.
Estas oscilan entre ¼ y ½ pulgadas. Además, los taladros también tienen un regulador de velocidad que depende de la superficie y del tamaño de la perforación.
La velocidad debe ser lenta ante un material duro y rápida ante uno blando. Los más modernos tienen movimiento tipo “martillo” que permite romper más rápidamente la superficie a trabajar.