El Oxford Institute for Sustainable Development (OISD) define la sustentabilidad social como: “Referente a cómo los individuos y las sociedades viven entre sí y se ponen de acuerdo para alcanzar objetivos de modelos de desarrollo que han elegido para sí mismos teniendo en cuenta de los límites físicos de sus lugares y del planeta como un todo. En un nivel más operacional la sustentabilidad social se deriva de las acciones de áreas temáticas acompasando en ámbito social de individuos y sociedades que oscila de la capacidad para construir y habilidades de desarrollo hasta las inequidades espaciales y ambientales. En este sentido la sustentabilidad social mezcla áreas de la política tradicional social como la salud y la equidad con problemas emergentes como la participación, las necesidades, el capital social, la economía, el medio ambiente, y más recientemente con las nociones de felicidad, bienestar y calidad de vida”.
La sustentabilidad social en definitiva es un proceso para la creación de lugares exitosos que promueven el bienestar entendiendo qué necesita la gente de los lugares donde viven y trabajan. La sustentabilidad social combina el diseño de lo físico con el diseño del mundo social promoviendo el bienestar del ciudadano en todos los sentidos, entendiendo las necesidades de ocio, cultura y deportes entre otras.
La reserva ecológica de la ciudad de Buenos Aires, según la ONG Social Life que estudia y fomenta la sustentabilidad social, es un ejemplo de infraestructura social pensada favor de los ciudadanos de manera sostenible. Las mesas de ajedrez al aire libre que se encuentran en algunas plazas también son ejemplos de infraestructura social que fomenta diversas actividades.
Los factores sociales y culturales están identificados como elementos esenciales por su contribución para lograr comunidades vibrantes.
Seis dimensiones describe Social Life como importantes apoyos de de la cultura social y cultural
1. dar soporte para la vida cultura y social
2. sentido de identidad de la comunidad y pertenencia, tolerancia, respeto y compromiso con la gente de diferentes culturas,
3. comportamiento amigable y cooperativo entre vecinos,
4. oportunidades de ocio, deportes y otras actividades en comunidad,
5. bajos niveles de criminalidad y comportamiento anti-social con control policial visible, efectivo y amistoso de la comunidad y
6. oportunidades para toda la gente de ser socialmente incluidos y tener las mismas oportunidades.