El Realismo Figurativo es la inclinación de la pintura figurativa, siendo su objetivo el tematizar el entorno cotidiano, tomado directamente de la realidad. En algunos aspectos utiliza de manera ocasional la fotografía para copiar partes de algunas imágenes pero en general se considera que la imagen pintada es más exacta que la fotografía misma.
Las imágenes del Realismo Figurativo son aquellas que representan de manera detallada la apariencia externa de los objetos, los lugares o las personas, tratando de imitar sus rasgos, proporciones, colores y también texturas. El Realismo Figurativo intenta retratar objetos o escenas con diferentes grados de iconicidad, es decir, con diferentes grados de semejanza con la forma real de la misma imagen. Dentro de este estilo, las figuras se pueden representar de manera simplificada, esquematizada o deformada.
La expresión artística del realismo figurativo califica aquellas obras de arte en las que se reconoce por su apariencia externa el modelo del natural representado siendo este un concepto opuesto al de arte abstracto.
Pese al equívoco que pueda causar el término realismo figurativo, este no representa únicamente figuras como los retratos y naturalezas muertas. Consigue abarcar también otros géneros como el paisaje y escenas o bien cualquier imagen reconocible por su parecido con la realidad. El realismo figurativo se reconoce por el aspecto de la imagen similar a la realidad pero se puede aproximar a su representación con distintos énfasis como son la veracidad, el naturalismo, la distorsión, idealización, deformación y exageración de la imagen original que se utilice.