La arquitectura domótica (también conocida como arquitectura inteligente) se caracteriza por la aplicación de la tecnología en el diseño de los espacios. Su objetivo es optimizar el confort, el cual se ha revolucionado a partir de las comunicaciones inalámbricas y la robótica. Estas permiten ejercer un control remoto de la automatización. En sus primeras épocas la construcción de los llamados edificios inteligentes buscaba disminuir el gasto energético causado por el aumento del precio internacional del petróleo. Luego de que se creara Internet se pudo mejorar aún más la automatización de la seguridad y las comunicaciones en las construcciones. Estos diseños sirven además para mejorar la calidad de vida que aquellas personas con movilidad reducida o discapacidad que buscan poder llevar una vida normal de manera autosuficiente. De esta manera la tecnología se pone al servicio de la sociedad y de la inclusión.
Los constantes avances tecnológicos contribuyeron a que gradualmente se dejaran de construir sólo grandes edificios siguiendo la propuesta de la domótica. Fue así como paulatinamente el control de la iluminación, sistemas de climatización, los sistemas de vigilancia, la prevención de incendios o el control del riego estuvo disponible para las propiedades particulares. Estos sistemas permiten alertar ante la presencia de intrusos en el domicilio, pero también permite detectar escapes de agua, o concentración de gases que son tóxicos al ser inhalados. Con la masificación de los smartphones y tablets es más accesible realizar las tareas de verificar a distancia las condiciones del hogar, porque además es posible verificar todo desde un mismo dispositivo.
Están las aplicaciones que trabajan sobre el consumo de energías para poder ejercer un mejor control y racionalización. Así es posible configurar los equipos de calefacción para que se enciendan antes del regreso al hogar para calefaccionarlo. Así se evita dejar los artefactos encendidos derrochando recursos. De igual manera se pueden usar para verificar no haber dejado luces prendidas, por ejemplo, permitiéndo apagarlos remotamente desde los dispositivos tecnológicos. Algunas utilidades pueden tener una doble función. Por un lado la posibilidad de chequear el estado de puertas y ventanas puede ser pensado para prevenir actos de inseguridad y robos. Pero también sirve cuando las condiciones climáticas varían imprevista y rápidamente, y podemos ser víctimas de los daños de una fugaz pero intensa lluvia si se dejado una ventana abierta.
Los beneficios de la arquitectura domótica son funcionales a poder apartarse por un período vacacional del propio domicilio. Mediante la configuración de programas de riego, encendido y apagado de luces o de equipos audiovisuales se puede simular la normal presencia de los ocupantes de la propiedad.
A la hora de encarar un proyecto de estas características es necesario hacer un profundo estudio para establecer las relaciones de costo y beneficio. Esto implicará un incremento notable del presupuesto, por lo que será necesario hacer una proyección acerca del ahorro y las utilidades a largo plazo. También de las necesidades de mejora de calidad de vida de quienes aprovecharán los beneficios.