El color es el subproducto del espectro de la luz, reflejado o absorbido por un objeto, tal como lo recibe el ojo humano y lo procesa el cerebro humano.
La luz está constituida por ondas electromagnéticas que se propagan a unos 300.000 kilómetros por segundo. Esto significa que nuestros ojos reaccionan a la incidencia de la energía en la materia.
Las ondas forman, según su longitud de onda, distintos tipos de luz, como infrarroja, visible, ultravioleta o blanca. Las ondas visibles son aquellas cuya longitud de onda está comprendida entre los 380 y 770 nanómetros.
La materia en sí no tiene color, pero tiene es la capacidad molecular de absorber ciertos rayos lumínicos y rechazar otros, lo que la retina envía al cerebro es el color. Esto se denomina ‘color de superficie’ y lo lumínico se llama ‘color luz’. El color de superficie se obtiene por los pigmentos que son de diferente origen naturales y de minerales. Por su parte el color luz, proviene de los rayos solares o puede ser de carácter artificial.
El mundo está lleno de luz. La luz visible está compuesta por siete grupos de longitudes de onda. Estos grupos son los colores de un arco iris: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, índigo y violeta.
Los colores rojizos son de largas longitudes de onda. Los colores verdes son las longitudes de onda de tamaño medio. El color azulado y violeta son de longitudes de onda cortas.