El Platino o Pt, según la simbología química, es uno de los metales más densos y pesados, por lo que resulta resistente a temperaturas elevadas. Además, es invulnerable a la oxidación y la corrosión. Por estos motivos se lo elige para diversas aplicaciones industriales, como la fabricación de piezas y estándares de medidas, para contactos eléctricos en la industria electrónica y la elaboración de electrodos que deben resistir altas temperaturas o ataques químicos.
Posee inercia química, baja reactividad y un alto punto de fusión, propiedades por las que el platino se utiliza, aleado normalmente con iridio, en la construcción de aparatos de laboratorio como crisoles, platos de combustión, evaporadores, pinzas, platos de evaporación. Es un buen conductor del calor, en este sentido, porque presenta también una tolerancia a las temperaturas elevadas, por ello se utiliza en contactores, en elementos calefactores y pares termoeléctricos para las medidas altas.
El platino es un excelente conductor de la electricidad, situándose en el puesto 11 entre los metales que tienen mejor conductividad. Las bujías de platino usadas en algunos automóviles tienen mayor durabilidad.
A su vez, el platino tiene propiedades con efectos sobre la salud por las que es empleado en medicina. Los enlaces del platino son aplicados frecuentemente para curar el cáncer.
Actualmente, debido a sus beneficios en términos de reparación de la piel, importantes compañías cosméticas están comenzando a emplear el platino en cremas rejuvenecedoras.