La pirámide de Sejemjet se encuentra enterrada en el desierto, al sur de la pirámide de Unas y cerca del complejo piramidal de su antecesor Zoser, en Saqqara. Fue descubierta en 1951, y es una de las últimas pirámides en ser conocida.
Se cree que fue construida en el Imperio Antiguo (III Dinastía, c 2649-2643 a C) y también se la conoce como ‘La pirámide enterrada’. Su base mide 120 x 120 m. Contiene un sarcófago sellado y vacío.
Forma parte de la pirámide, parte de su muro que emerge entre las dunas. Como los muros de la Pirámide de Zoser, tiene una fachada conocida como ‘fachada de palacio’. La pirámide es rectangular y de proporciones amplias: 545 m de longitud, casi tanto como el de Zoser, mientras de anchura sólo alcanza los dos terceras partes. El conjunto está orientado con una ligera inclinación respecto al eje norte-sur. Dada la semejanza entre ambos complejos, es posible que el arquitecto fuese Imhotep, el mismo que edificó Zoser.
Compartimentado en tres patios, el central encerraba la pirámide escalonada del Horus Sejemejet, probable hijo de Zoser. Su construcción fue abandonada al poco de empezar, pues sólo se excavaron los corredores y salas subterráneos, y se levantaron unas pocas hiladas de su superestructura. La brevedad del reinado de Sejemjet, de no más de siete años, fue la causa de esta brusca interrupción de las obras. De haber sido completada, la pirámide hubiera sido más alta que la de su antecesor en el trono.
La cámara sepulcral estaba labrada en la roca del subsuelo. Cuando se descubrió, una pared de piedra cerraba el acceso, que al estar intacta, sin agujeros de ladrones, hizo creer a los arqueólogos que por fin iban a encontrar inviolada una tumba del Imperio Antiguo. Dentro había un sarcófago de alabastro cerrado y sellado. Cuando se procedió a abrir el sarcófago, la decepción fue grande: el interior estaba vacío. Sejemjet nunca había sido inhumado allí. Otro misterio a añadir a los abundantes que depara el estudio de las pirámides de Egipto.