La estructura de nuestra civilización se ha construido en torno a la metalurgia.
El progreso de nuestra civilización se encuentra en el sonido del martillo del herrero. Nuestros vertiginosos rascacielos, robustos puentes, automóviles y camiones, enormes embarcaciones, aviones, cohetes, satélites. No podemos escapar al poder y la necesidad del metal. Es la materia natural a la que hemos dado forma para levantar las más importantes que haya creado el hombre.
La metalurgia es una práctica muy antigua que consiste en el estudio de las operaciones industriales tendientes a la preparación, tratamiento (físico y/o químico) y producción de metales y sus aleaciones. En términos generales, la técnica metalúrgica comprende las siguientes fases:
Obtención del metal a partir de uno de sus minerales
Purificación del metal.
Preparación de aleaciones.
Tratamientos mecánicos, térmicos o termoquímicos del metal para su mejor utilización.
Algunos metales conducen el calor o la electricidad, otros se dejan convertir fácilmente en alambre, algunos son resistentes a las resquebrajaduras o roturas, muchos brillan o demuestran tener gran fuerza al combinarse con otros elementos.
El término metalurgia refiere a los procedimientos usados para extraer metales así como realizar aleaciones de diferentes metales para la producción. También se refiere al trabajo del herrero. La metalurgia como práctica se viene llevando adelante desde hace miles de siglos.
La metalurgia moderna se divide en 2 subtipos. El proceso metalúrgico, se refiere a los pasos necesarios para producir metales, en la mayoría de los casos de sulfuros ú óxidos para luego refinarlos a través de la electrolisis o la oxidación selectiva de impurezas.
La metalurgia física estudia la estructura de metales basada en su composición y tratamiento y como su estructura se relaciona con sus propiedades. También concierne a principios cientificos y aplicaciones de la ingeniería en la fabricación de metales y cómo se utilizan esos metales.