El mausoleo de Adriano es lo más cercano a una antigua pirámide de Egipto en versión romana. Dentro de esta cámara funeraria circular en la rivera del Tíber, descansan los restos mortales del emperador divino Adriano en un sarcófago impresionante.
También conocido com Castillo Sant’Angelo el mausoleo de Adriano es una fortaleza muy antigua ubicada en el margen derecho del río Tíber.
La construcción de la fortaleza comenzó en el año 135 bajo las órdenes del emperador Adriano, con el objetivo de utilizarlo como mausoleo para él y su familia. La edificación concluyó en el año 139, convirtiéndose, poco tiempo después, en una fortaleza militar que en el año 403 se integraría a la Muralla Aureliana.
El año 590, mientras una gran epidemia de peste devastaba la ciudad, el Papa Gregorio I tuvo una visión del Arcángel San Miguel sobre la cima del castillo, anunciando el fin de la epidemia. En recuerdo de la aparición el edificio se encuentra coronado por la estatua de un ángel.
En el año 1277 se construyó un corredor fortificado de 800 metros de longitud que conectaba el castillo con la Ciudad del Vaticano para que el Papa pudiera escapar en caso de que se encontrara en peligro. Durante los asedios ocurridos en Roma durante 1527, el Papa Clemente VII utilizó la fortaleza como refugio.
Arquitectura del mausoleo de Adriano
El Castillo de Sant’Angelo está dividido en cinco plantas a las que se accede a través de una rampa en espiral que lleva primeramente hasta la cámara de las cenizas y posteriormente hasta las celdas en las que permanecieron encerrados algunos personajes históricos.
Avanzando hacia la parte superior del castillo se pueden visitar diferentes estancias que funcionaron como residencia Papal, decoradas con frescos de la época renacentista conservados a la perfección, además de las extensas colecciones de armas.
En la planta superior está situada una gran terraza desde la que se pueden obtener valiosas fotografías de la ciudad desde las alturas.