La mampostería es un sistema de construcción, por medio del cual se levantan muros o fachadas, colocando diversos elementos o materiales que los componen. Ladrillos, bloques de cemento prefabricados o piedras (llamados mampuestos) son los materiales que se utilizan para la construcción de los muros.
Este sistema tiene como ventaja que reduce la producción de desperdicios y al mismo tiempo se adapta para ser utilizado a grandes alturas. Al encastre entre materiales se lo denomina aparejo, la unión de los materiales de mampostería se realiza con morteros de cemento, arena y la proporción suficiente de agua.
Existen diferentes tipos mampostería según introduzcan refuerzos en la construcción. La mampostería simple es la que no introduce ningún tipo de refuerzo extra. La mampostería reforzada inserta varillas en los espacios que quedan entre los ladrillos, se unen con concreto y las celdas son rellenas.
La mamposteria confinada refuerza las vigas y columnas de amarre que están en la periferia de los muros. En las zonas con peligros sísmicos es recomendable el uso de la mampostería reforzada que minimiza las posibilidades de derrumbes, ya que tiene la capacidad de resistir no solo las fuerzas de tensión sino también los esfuerzos de compresión y cortante