Desde que ha tenido uso de razón, el ser humano siempre ha querido construir edificios enormes, gigantescos, con diferentes usos. Desde las pirámides a las catedrales, desde los túmulos funerarios de la antigüedad hasta los modernos rascacielos en las grandes ciudades, estos edificios han sido una de las mejores muestras del avance tecnológico del ser humano, capaz de realizar verdaderas obras de arte arquitectónicas que sobreviven a los siglos, como vemos tantas en nuestro país y en todo el mundo.
Son obras que, en muchos casos, han llevado décadas para ser construidas, como ocurre con las más antiguas, como la Gran Muralla o las Pirámides, pero que aún hoy en día, tantos siglos después, se siguen venerando como las maravillas que son. En muchas de ellas hubo incluso pérdidas humanas, que llegaron a ser más que abundantes, sobre todo en las construidas en periodos antiguos, pero está claro que han quedado para la historia y ahora todo el mundo puedo apreciarlas gracias al esfuerzo y el sacrificio de las personas que las levantaron.
Hemos querido recoger cinco de ellas, las más destacables e impresionantes, las que seguramente hayan marcado un punto de inflexión en la historia de la arquitectura, por su grandeza, su originalidad o por todo lo que representan.
Las 5 obras arquitectónicas más impresionantes del mundo
Pirámides de Egipto: Ubicadas en el Valle de Luxor, estas impresionantes construcciones suponen una de las auténticas maravillas hechas por el hombre a lo largo de la historia. Se sabe que fueron utilizadas como tumbas para los grandes faraones, aunque todavía encierran muchísimos misterios que el hombre debe desvelar. Una auténtica obra monumental a nivel constructivo, de las más imponentes que la Humanidad ha visto, permanecen en pie después de 5000 años de existencia.
Gran Muralla China: Hay una leyenda urbana que asegura que la Gran Muralla China es el único monumento que puede verse a simple vista desde el espacio. Esta gran construcción, ha sido ideada en un principio para mantener alejadas de China a las hordas bárbaras del resto del continente asiático. Con más de 21.000 kilómetros de extensión, se necesitaron varios siglos para terminar la muralla China, y en su construcción fenecieron más de 10 millones de trabajadores, que están enterrados en sus inmediaciones. Se cuenta que durante su época de mayor apogeo era custodiada nada menos que por un millón de guerreros.
Hotel Burj Khalifa: Construido en Dubai, Emiratos Árabes, es el edificio más grande del mundo, con 828 metros de altura, todo un desafío a la gravedad y al vértigo, desde luego. En su interior podemos encontrar absolutamente de todo, desde un hotel de auténtico lujo en las primeras plantas hasta restaurantes, lobbys, miradores, y todo tipo de tiendas de lujo. Una de las obras más importantes de la ingeniería de los últimos años, el diseño desafía los vientos de 240 millas por hora.
Museo Guggenheim: Como representa de la modernidad y de la arquitectura del siglo XXI tenemos el Museo Guggenheim en Bilbao, diseñado por Frank Gehry en la década de los 90. El diseño atrevido y moderno es su característica principal. Es un ejemplo de un edificio totalmente funcional con una original forma, que ha captado a curiosos tanto por lo que hay en su interior como por lo que hay en el exterior mismo. Esta considerado como uno de los tesoros de España, y ha contribuido muchísimo a la buena visión que tienen los turistas de la ciudad de Bilbao, convirtiéndose en la principal atracción de la ciudad.
Empire State Building: Inmortalizado en millones de fotografías, postales y películas, el Empire State es un auténtico símbolo en Nueva York y uno de los primeros rascaielos. Fue durante un tiempo el rascacielos más alto del mundo, y sigue siendo uno de los más grandes de Nueva York y de todos Estados Unidos. En el momento de su inauguración, en 1931, fue toda una proeza y era considerado como la mayor maravilla construida por el hombre moderno. Con el tiempo pasó a ser no solo un edificio, sino todo un símbolo de la ciudad. Lugar de visita ineludible para todo aquel que se desplace a la ciudad que nunca duerme.
Estas maravillas, antiguas y modernas, son una prueba más de la capacidad del ser humano de superarse a sí mismo, encauzada en un bien común como es el de creer auténticas obras maestras de la arquitectura que sobrepasen el tiempo. Seguro que estos nuevos edificios maravillosos, como el Burj Khalifa o el Guggenheim, siguen siendo destacados en las futuras generaciones como auténticas maravillas de la humanidad. Y no es para menos.