Las casa típicas o viviendas campesinas alemanas aún conservan todavía su tradicional distribución.
En general pertenecen a dos tipos diferentes: la Einbau forma un solo volumen arquitectónico, la Vieelbau está integrada por varios pabellones dispuestos alrededor del patio o corral.
Las granjas más antiguas y sencillas tienen una gran cocina que sirve de habitación principal. En las viviendas mejor acomodadas encontramos ya la Wohnstube (el cuarto de estar) con vistas a la calle y bien caldeada por una gran estufa de porcelana o de hierro fundido. Los muebles suelen ser barrocos y primorosamente esculpidos, en la región de Hesse llevan bellos adornos policromados y en toda la alta Alemania predomina el gusto rococó con tallas y pinturas.
En una preciosa morada del Renacimiento situada en el corazón del viejo Nüremberg, vivió Alberto Durero, aquel joven de rostro alargado y rubio que hoy habita el Museo del Prado.
En una espaciosa casa burguesa de Frankfurt decorada con viejos relojes y muebles barrocos nació Goethe. Tras una sólida fachada barroca de Lübeck se esconde la casa donde nacieron Thomas y Heinrich Mann.
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