En la década del 60 la arquitectura moderna, como paradigma, entra en crisis. Está imposibilitada de transmitir nuevos significados y valores simbólicos. Los críticos de la semiológica de los años 60 planteaban un cambio en la funcionalidad. Su evolución. Por lo tanto el criterio de funcionalidad se amplió. Entre los críticos se destacan Umberto Eco y María Luisa Scalvini. Ellos hablan sobre la naturaleza lingüística y comunicativa del hecho arquitectónico.
Por ejemplo, Scalvini propone que la arquitectura debe expresar elementos connotativos y cualidades simbólicas. Características que previa a esa época no tenía la arquitectura.
La crisis surge porque la arquitectura moderna no había aportado la idea de confort y seguridad que el consumidor esperaba. En Estados Unidos, esta crítica se plasma en teoría. El edificio público que conecta a los ciudadanos. De esta manera, la arquitectura asume su dimensión pública. Utiliza el símbolo y la historia para conectarse con el mercado.
Desde la perspectiva de la arquitectura se destaca Robert Venturi. Influenciado por el rococó y el barroco. Se diferencia de los tartomodernos y antimodernos presentándose a sí mismo como posmoderno. Se interesa en el pop art por la importancia que le da a los objetos de consumo masivo. A favor de interpretar y valorizar a la contradicción, sus obras, aparentemente sencillas, contienen alusiones históricas y un uso particular del color.