A menudo muchas personas se preguntan cuál es la importancia del arte, en la sociedad, para los individuos, en un país, en la comunidad, para la humanidad o para la historia.
El arte existe en nuestras vidas en diferentes formas y se le reconocen beneficios en el desarrollo del carácter, la personalidad y la felicidad.
Dado que no hay una definición de arte que sea demasiado específica, es difícil y ambiguo responder a la pregunta de por qué es importante el arte en nuestras vidas. Quizás si miramos la definición tradicional de arte, que sería cualquier forma de expresión humana que enaltezca y agrade a los sentidos, elevando el espíritu, abriendo la mente y trayendo paz y armonía a nuestros corazones, quizás encontremos el por qué de la importancia del arte en la sociedad.
Cuando las sociedades se materializan y el único objetivo del individuo y de la sociedad es trabajar para obtener una paga y luego gastar esa paga en ocio, servicios y productos y el ciclo vuelve a empezar, luchar para ganar dinero para gastarlo, seguramente nos enfrentaremos a una sociedad sin emociones, materialista, aborregada, enferma y automatizada.
Los individuos no son simplemente engranajes de fábricas o de negocios que sirven para producir beneficios económicos. Los seres humanos en sociedad están inmersos en una cultura que llevó décadas o siglos conformarse y deben ser capaces de desarrollar y escalar sensaciones y emociones que van más allá del logro pecuniario. El ser humano es un ser complejo y que ha evolucionado de simples seres cavernarios durante más de 200.000 años en la historia del mundo al hombre de hoy que aprecia el arte y la vida.
El aprecio de las formas de arte que hay en la sociedad es una forma de llenar el espíritu del hombre que continúa evolucionando. El hombre sin espíritu es un muñeco de los más fuertes y que no puede responder por sí mismo ni por su comunidad. La importancia del arte radica en que nos educa en forma intelectual, filosófica, moral, nos conmueve, nos desafía, nos alienta a revisar nuestros valores y parámetros de lo bello, lo aceptable, lo maravilloso. Apreciar el arte educa el espíritu, las emociones, la compasión y la sensibilidad, apreciar y dar importancia al arte, es una forma pura de formación interior que debe ser cultivada desde los primeros años de vida de una persona.