Con motivo de un concurso realizado en Estados Unidos, el fabricante de bolas de billar John Wesley Wyatt descubre el celuloide. La utilización de la piroxilina, un nitrato tratado con alcanfor y alcohol, fue el primer plástico de la historia en 1860.
El invento de Wyatt comienza a ser utilizado en objetos de uso, como las placas dentales, los mangos de cubiertos y las películas cinematográficas, que posibilitaron la expansión del cine mudo de la época.
En 1907, el químico belga Leo Baekeland patenta la obtención de la resina, mediante la combinación del fenol y formaldehido. Resistente al agua, se lo bautizó como “baquerita” y fue el primer plástico sintético de la historia.
Además, su durabilidad termoestable le impedía ser conductor de electricidad. Otro aspecto destacable era que permitía ser moldeado apenas concluida su preparación, lo que facilitó la realización de utilidades resistentes.
La naturaleza del componente químico del plástico fue descubierta en 1920 por el alemán Hermann Staudinger, al observar que estaban constituidas por grandes moléculas.
Este fue el motivo en el que investigadores ingleses detectaron en 1930 que el gas etileno, en combinación con el calor, formaba un termoplástico llamado polietileno.
Existen tres tipos de polietileno: en alta, mediana y baja densidad. Según su composición, se puede utilizar en distintas aplicaciones, como la fabricación de tubos de PVC o en bolsas de uso cotidiano.
Uno de los plásticos más desarrollados de la época es el metacrilato de metilo polimerizado, que se utiliza en anteojos, teléfonos, refrigeradores y en el alumbrado público.
Con Estados Unidos y Gran Bretaña a la cabeza de su producción, esta composición se caracteriza por su alta resistencia a las temperaturas ambientes, y su limitada absorción líquida.
La Segunda Guerra Mundial trajo desabastecimiento de materias primas, por lo que la industria del plástico pasó a ser una fuente de sustitución importante, gracias al desarrollo del caucho sintético y el nailon, con los Estados Unidos como su más importante productor.
Los efectos de la posguerra abrieron camino al desarrollo de nuevos descubrimientos en la materia del plástico, como el policarbonato y el acetato.
En 1953 el alemán Karl Ziegler inventa el polietileno. Al año siguiente, el italiano Giulio Natta desarrolla el polipropeno. Actualmente son los dos tipos de plásticos más utilizados.
La evolución del polipropeno es la más notoria de los últimos tiempos, ya que posee una gran resistencia contra solventes y ácidos. Se lo puede encontrar en aplicaciones médicas (ya sea en jeringas o en frascos), o en tubos de ensayo para estudios químicos.
En 1973 la industria plástica se beneficia a raíz de la crisis energética de los países árabes. El acero comienza a ser un producto caro, por lo que el crecimiento de la producción de plástico comienza a ser progresivo.
A partir de la década del ’80, el plástico se ha convertido en un componente esencial de la vida cotidiana. Se lo puede encontrar en televisores, equipos de audio, automóviles y computadoras. Su precio competitivo en el mercado es una ventaja a favor de su crecimiento.
Gracias a las campañas de protección del medio ambiente, en la actualidad hay un auge del plástico biodegradable. Fabricado con materias primas como el almidón, al final de su vida útil se descompone rápidamente. Su composición es más resistente, y se lo puede observar masivamente en bolsas de supermercados.