Las técnicas serigráficas más antiguas provienen de la cultura oriental. Se estima que las primeras impresiones fueron realizadas por los nativos de las Islas Fidji, en el año 3000 a.C., utilizando hojas de plátano agujereados para la distribución de las tintas. La historia de la serigrafía data de esta época.
Mientras tanto, en Japón se tensaban las plantillas con cabellos de mujer, que fue el objeto preciado de años, hasta la llegada del bambú. Además, los japoneses fueron pioneros en la utilización de cinco colores en la impresión en serigrafía.
Otros precursores del estilo fueron los españoles y los franceses. En las cavernas de los Pirineos se han encontrado un centenar de dibujos realizados con esta técnica. Los egipcios utilizaron la serigrafía para la decoración de murales y el diseño de interiores de templos y pirámides.
En la Edad Media comenzaron a utilizarse plantillas en madera, para la impresión de naipes y demás elementos ornamentales, como figuras religiosas.
La técnica de impresión por serigrafía se desarrolló a partir del siglo XX. Con plantillas y marcos tensados por grapas, se arrastraba la tinta para permitir la reproducción de las imágenes en el soporte.
El nombre “serigrafía” (escribir en seda) corre por cortesía del artista plástico Anthony Velonis (1911-1997), cuyas obras se exhiben en el Museo Nacional de Arte Americano.
Las primeras impresiones con el método se realizaron en Estados Unidos, aunque el sistema fue patentado en Gran Bretaña, a través de un habitante de Manchester llamado Samuel Simon.
Los cambios que se dan en Estados Unidos dan paso a lo que se conoce como la serigrafía industrial, que lleva a una nueva etapa de impresión ligado a lo contemporáneo.
En 1914 el artista norteamericano John Pilsword desarrolló un método para la impresión combinada de colores, cuya técnica fue posteriormente utilizada en la rama de la publicidad gráfica.
Es en Inglaterra donde se crea el primer taller utilizando este método con fines comerciales: la Selecta de Londres (1924). Sus trabajos se extendieron por regiones de Europa Central, mientras que en los Estados Unidos la serigrafía en serie avanzaba a gran velocidad.
Hacia 1935 se crean en Nueva York las oficinas del Proyecto Federal del Arte, en el que se realizan impresiones de afiches publicitarios, carteles ligados al servicio municipal y portadas de libros.
En 1948 se constituye en Estados Unidos la Asociación Nacional de Serigrafía (SPPA), la primera en su estilo. A esa altura la técnica se había masificado, por lo que la serigrafía se desarrolla en áreas del arte y la publicidad, siendo de vital influencia en el desarrollo de artistas de vanguardia como Roy Lichteinstein y Andy Warhol.
La serigrafía también ha sido utilizada para fines especiales, como la marcación de material bélico durante la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad el estilo ha evolucionado, logrando una mayor calidad de impresión en gran variedad de aplicaciones (estampado de tejidos, decoración de objetos, impresión calcográfica, rotulación de materiales).
Su versatilidad al uso es una de las razones para entender la multiplicidad de variantes que se pueden encontrar en el estilo serigráfico.