La primera vez que emergió el término ‘gestión arquitectónica’ fue en 1964 cuando Brunton lanzó por primera vez el término gestión arquitectónica en su libro ‘Management Applied to Architectural Practice’. Allí definió la gestión arquitectónica como:
“La gestión arquitectónica se divide en dos partes: la oficina por un lado y la gestión práctica más la gestión de proyecto por otro. Esto provee un marco en el cual muchos individuos podrán comenzar, gestionar y finalizar. En principio ambas partes tienen los mismos objetivos pero las técnicas varían”.
Otros autores como Boissevain y Prins en 1993 distinguieron dos ámbitos de la gestión arquitectónica: el interno y el externo para clasificar el lugar de cada función dentro de un contexto. De este modelo, se puede entender que gestionando el conocimiento arquitectónico, los procesos y métodos de diseño (funciones internas de oficina) mientras que considerando el contexto del proyecto (funciones externas-tareas de proyecto) llevan a diseñar específicas estrategias. Entonces la gestión arquitectónica fue considerada un vehículo para monitorear y controlar las fases del proyecto y el desempeño. Bax y Trum en 1993 elaboraron un modelo similar, para categorizar la locación de ‘artefactos arquitectónicos’ en tres niveles: el entorno urbano a nivel edificio, el nivel edificio y los detalles a nivel edificio. Decían que cada nivel era un nivel de especialización y un campo de conocimiento.
Basados en el modelo de Bax y Trum, en 1993, Boissevan y Prins desarrollaron también su modelo de ‘Taxonomía arquitectónica’ pero que carecía de argumentos y no se aproximaba a la gestión arquitectónica.
Una definición de gestión arquitectónica fue propuesta por Banks (1993) como: “Gestión arquitectónica engloba el enfoque más filosófico a la gestión de procesos arquitectónicos cubriendo conceptos y teorías de desarrollo de la gestión, con relación a la industria de la construcción“.
En 1995, Nicholson en su tesis doctoral propuso dos definiciones para gestión arquitectónica. En primer lugar describió a la GA como ‘una especialidad académica y un área profesional, que cubre las siguientes tareas: gestión en oficina, gestión del diseño, gestión de los recursos humanos, recursos financieros y técnicos, supervisión de la construcción, rehabilitación de edificios y demolición.
En 1995, una definición filosófica propuesta por Freling propuso que la gestión arquitectónica era una constante revisión para evaluar la posición de los arquitectos en la industria de la construcción y las herramientas que éstos necesitan para su práctica. La gestión arquitectónica como remedio para ayudar a los arquitectos a recuperar su posición perdida y ganar nuevamente prestigio en la construcción.
El año siguiente, 1996, Akin y Eberhard ofrecieron una descripción de gestión arquitectónica como una combinación de funciones de gestión que incluyen el diseño, la construcción y operación de edificios. Esta definición pretende abarcar todas las tareas dentro del ciclo de vida del proyecto arquitectónico. Pero fueron más allá, resaltando la importancia de combinar las funciones manageriales bajo una herramienta: la gestión arquitectónica.
Finalmente, la definición de Emmitt (1999) dice: “El término gestión arquitectónica es usado para cubrir todas las funciones de management, asociadas a una empresa de servicios competitiva. Gestión de la construcción y gestión de instalaciones, áreas especializadas que son independientes en sí mismas, por encima de la gestión de calidad, la gestión de recursos humanos, que descansan en el corazón de la cultura de una empresa”.
En esta definición se menciona por primera vez los conceptos de competitividad y la cultura de empresa.
Por otra parte el sector IT, tomó los términos arquitectura y arquitecto del sector de la construcción, pero con descripciones más detalladas.
Fuente: International Council for Research and Innovation in Building and Construction (CIB).