El postimpresionismo, un importante movimiento del arte experimental que floreció entre los años 1886 y 1905, en Europa pero especialmente en Francia, selló las bases para el fauvismo.
Artistas postimpresionistas como Paul Gauguin y Van Gogh a través de su viva paleta de colores y pinceladas espontáneas influenciaron fauvistas como Henri Matisse, André Derain y Maurice de Vlaminck.
Gustave Moreau, pintor simbolista francés, es considerado una fuerza orientadora del fauvismo. El fauvismo ha sido fuertemente articulado en el vocabulario simbólico de colores, así como realzó la expresión personal del artista.
Muchos fauvistas también se inspiraron en el primitivismo de Paul Gauguin, incluyendo el arte africano, así como el arte oceanico. Fauvistas como Henri Matisse y André Derain también son conocidos por ser los primeros coleccionistas de esculturas africanas. Estas diferentes formas de arte primitivo proporcionaron a los fauvistas un nuevo enfoque visual simplificado y exótico.
El puntillismo de Georges Seurat también influyó en los fauvistas. Sin embargo, los colores intensos y atrevidos suplantaron a los colores armoniosos, así como los motivos llegaron a ser reemplazado por pinceladas desenfrenadas y audaces.