La estructura arquitectónica es el resultado de muchos procesos. La estructura, la forma y el espacio son un conjunto de elementos que guardan información sobre otros elementos, masa, medidas, proporciones, cualidades y ordenan en forma mental y material distintos elementos en la vida humana. Los objetos carentes de estructura son intangibles y forman parte de un fenómeno de los sentidos, cuya forma es irreal. Los objetos que carecen de forma no existe para el ser humano. Gracias a la arquitectura los objetos despliegan su forma y estructura para tener significado en la vida de los hombres.
Tanto la estructura como la forma nos develan un cuidadoso análisis del comportamiento humano, a través de la comprensión, medición y producción.
El arquitecto moldea la forma a través de la estructura como un artista del renacimiento. El arquitecto era cientista y creativo. Con el paso del tiempo, el cientista se ha disociado del creativo, para ganar en especialización y profesionalismo.
Algunos critican que el arquitecto actual es poco creativo y que esto se plasma en los productos edilicios que concreta. Por ello es que el arquitecto de hoy debe formarse no sólo en adecuación estructural sino también en capacidad creativa, liberando a forma y estructura de la exigencia de la perfección.
La estructura en la arquitectura es el primer problema importante en el establecimiento del espacio. Prestar atención a la estructura junto con los otros dos factores fundamentales (es decir, forma y función) es de gran importancia en el proceso de diseño y construcción de un edificio, una atención que requiere la sincronización del edificio estructural durante el proceso de diseño. En el pasado, la sincronización del diseño y la construcción de un edificio inspirado por la condición espacial y temporal de cada área daría como resultado una unidad única en el logro tangible de estos componentes arquitectónicos.
Al mismo tiempo que la revolución industrial (es decir, desde la segunda mitad del siglo XVIII) y el desarrollo en diferentes campos de las ciencias como la ciencia de la ingeniería estructural, la arquitectura se alejó de la nueva ciencia estructural aplicada y ese retraso hizo que la arquitectura perdiera su dominio los materiales y la estructura de los nuevos edificios, como la gran sala de exhibiciones, tiendas y grandes fábricas techadas y otros tipos de edificios de ingeniería a gran escala, e incluso se retira del espacio de trabajo en favor de los ingenieros de estructuras. En este sentido y para eliminar la brecha creada, la arquitectura y la ingeniería estructural, parecía necesario desarrollar una nueva línea de educación arquitectónica y acompañarla con un plan de estudios que aumentaría el poder de percepción y análisis del comportamiento de la estructura por parte del arquitecto. Con la continuación de dicho enfoque y con la investigación de ejemplos arquitectónicos como las obras de Nervy, Fuller y Calatrava, a veces esa cercanía llega a un punto en el que la frontera entre la arquitectura y la ingeniería estructural parecía nula.
La mayoría de los arquitectos siguen el objetivo de la arquitectura para determinar la forma y la función. Los diseñadores se han enfrentado todo el tiempo a la pregunta de: ¿cuál de estos dos factores fundamentales iniciaría el diseño arquitectónico? Parece que en algunos casos de la historia contemporánea, algunos arquitectos creen que la estructura y el pensamiento estructural se consideran como la última etapa del proceso de diseño. Esto podría deberse a la fiabilidad excesiva de la arquitectura a la ciencia desarrollada de la estructura que hace posible construir todas las formas del edificio. El objetivo del presente documento fue explicar el papel de la estructura en el proceso de diseño arquitectónico en las escuelas de arquitectura contemporáneas. En este sentido, y para alcanzar el objetivo de la investigación, parece necesario encontrar la respuesta a las siguientes preguntas: