El diseño solar pasivo se refiere al uso de la energía solar para el calentamiento y refrigeración de viviendas. Para este enfoque el edificio en sí mismo toma ventaja de la energía natural a través de sus materiales y el aire por exposición al sol.
Los sistemas pasivos son simples, tienen partes móviles y requieren un mínimo de mantenimiento y no precisan de sistemas mecánicos.
Ventanas manipulables, masa térmica y chimeneas térmicas son elementos comunes que se encuentran en el diseño pasivo.
La masa térmica es un tipo de mampostería (o grandes contenedores de agua) que puede acumular energía calórica por un período de tiempo. La masa térmica previene las rápidas fluctuaciones de temperatura en el interior de la vivienda.
En el diseño solar pasivo las ventanas, paredes y pisos están hechos para colectar, guardar y distribuir la energía solar en forma de calor en invierno y de frío en verano.
Las chimeneas térmicas generan el efecto del aire caliente que sube para inducir la circulación del aire para fines de refrigeración.
El diseño solar pasivo puede estar integrado más o menos en un edificio. Los diseños más efectivos están basados en un entendimiento específico de la construcción, el lugar donde se encuentra, patrones del viento, del terreno, vegetación, exposición solar, cantidad de lluvias y otros factores específicos.
El diseño pasivo permite un bajo costo en energía y de mantenimiento y un confort superior.