El estilo de arquitectura barroco se desarrolló en América Latina con más ímpetu que en algunas partes de Europa donde el barroco fue más sutil a nivel extensión y ornamentación.
El barroco latinoamericano es similar al barroco que se dió en Italia o España. Cuando llegaron los jesuitas a evangeliza la construcción de basílicas y catedrales fue tan importante como educar.
Algunas de las características del barroco latinoamericano tienen que ver con haber erigido construcciones más ornamentadas que las europeas. Las construcciones del barroco latinoamericano se emparentan con aquellas construcciones barrocas de los países católicos como el barroco italiano, español o francés.
El barroco latinoamericano continúa en el siglo XVIII cuando en Europa el barroco tardío (la última etapa de este estilo) se desarrolló a fines del siglo XVII y comienzos del XVIII. Este es el caso del barroco mexicano que se extendió hasta el siglo XVIII.
A diferencia de Europa, el barroco latinoamericano se centro en la construcción de catedrales. Las grandes construcciones de este estilo fueron mayormente llevadas adelante por el clero que por los estados.
Entontramos en América Latina numerosos ejemplos del barroco como la Catedral de Guadalupe en México, el Palacio de las aguas corrientes de Buenos Aires, entre muchos otros edificios.